11/01/07
Preocupa la creación de "Polos Ambientales"
Con una nueva ley aprobada en la Legislatura se abre la puerta a la instalación de rellenos de basura del conurbano en los municipios bonaerenses. Cada comuna tiene un plazo de 6 meses para presentar un programa de gestión.

El basural de "La Florida"

Cuando en la ciudad de Mercedes todavía se sigue enterrando basura con un método más que perimido y no se ha llegado a la solución para la contaminación que los basurales generan, más allá de la aprobación de la ordenanza para el tratamiento integral de los residuos sólidos, desde la provincia de Buenos Aires se avanza con nuevas reglamentaciones que son preocupantes. Aquí se llegó a hablar de un plazo para el cierre del basural de La Florida de 8 meses aunque todavía se arrojan toneladas de residuos allí.

A principios de diciembre la legislatura provincial aprobó una ley para la minimización de la generación, así como la reducción del volumen y la cantidad total por habitante, incluyendo la incorporación del principio de la "responsabilidad de causante" y algunos más. Pero también se deja abierta la puerta a la instalación de rellenos de la basura proveniente del conurbano (incluyendo la Capital Federal) en el interior de la provincia en sitios a los que denomina "Polos Ambientales Provinciales".

La ley otorga a los municipios un plazo de seis meses desde su promulgación para presentar sus programas de gestión integral de los residuos sólidos, que deberán ser aprobados por la provincia. En el caso de los municipios del conurbano esa obligación recae en el CEAMSE.

El problema pasa por las ubicaciones de estos "Polos Ambientales", ya que la única condición que pone la ley para la localización es la distancia a pozos o reservas acuíferas.

En el texto además se postula que ni las autoridades locales ni los habitantes de la región tendrán voz en la radicación de un relleno de basura ajena en su distrito. Aunque se deja establecido, en el artículo 12, que "el municipio participará en el control de gestión".

Respecto de los sitios de disposición final para el AMBA (área metropolitana de Buenos Aires, que incluye al Conurbano y a la Ciudad de Buenos Aires) se establece que "la provincia de Buenos Aires conformará sitios para la instalación de Polos Ambientales Provinciales, afectados a tal fin".

"Amplia es la autorización dada al Ejecutivo para instalar rellenos donde quiera, ni siquiera se molestaron los legisladores en incluir algunos razonables criterios técnicos de exclusión conocidos y aplicados a la generalidad de este tipo de procesos en el mundo civilizado, los dejaron para la "reglamentación", que obviamente corresponde al Ejecutivo, al mismo que amenaza a la población desde hace un par de años con poner rellenos como los que la gente rechaza en Ensenada, Avellaneda y González Catán, ahora llamados polos ambientales con su único, caprichoso e infundado criterio político y sin sustento técnico- social alguno", cuestionaron en este sentido Oscar Blanco, ex intendente de Esteban Echeverría y diputado con mandato cumplido y ex director ejecutivo de CEAMSE; y la licenciada Norma Rodríguez, bióloga con posgrados en manejo de residuos y consultora ambiental.

Los antecedentes
Hace más de una década que se sabía que los rellenos del CEAMSE se agotaban. Esto significa que la capacidad de los predios en los que desde fines de los 70 se arrojaba la basura de la Capital Federal y del Conurbano Bonaerense tenían un tiempo de colmatación anunciado. A pesar de ello se continuaba volcando y construyendo verdaderas sierras de basura "de todo tipo y origen" (como decía la ley 9.111, de creación del CEAMSE), en Avellaneda, en San Martín, en Tres de Febrero, en Berisso y Ensenada.

"La legislatura argumenta ahora que los rellenos a los que llama Polos Ambientales estarían en zonas rurales, como si la rica producción agropecuaria de Buenos Aires fuera un sector de segunda categoría, castigado no sólo por las políticas agropecuarias confiscatorias sino condenarlos a enterrar en su suelo la basura de la Capital Federal y del conurbano bonaerense y como si el uso actual y potencial del suelo no fuera un criterio de exclusión para la selección de sitios, mundialmente tenido en cuenta en los procesos de ubicación de este tipo de instalaciones que nuestros gobernantes ignoran", cuestionan.

 

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