Llevar adelante el proyecto de reserva arqueológica no será fácil, al menos si se toma en cuenta que sigue el arrojo de basura y relleno de la cava que había sido denunciado tiempo atrás.

Este proyecto en la cava del arroyo Balta tiene un interés educativo y turístico que debería ser superior a la necesidad de arrojar desperdicios en cualquier lugar, como se puede apreciar en las fotos adjuntas, tomadas en el lugar.

El predio en el que se ubica la cava que está junto al arroyo Balta, entre la ruta 5 y las vías del ferrocarril Sarmiento, yendo de Mercedes hacia Buenos Aires a la izquierda poco antes de las cabinas de peaje de Olivera.

La idea es que la cava, por sus características particulares, sea utilizada en un futuro para practicar tareas educativas, luego de la declaración como reserva que se consiguió a través una ordenanza en el Concejo Deliberante. Aunque esta declaración no priva de que se siga usufructuando el lugar, por parte de la empresa Burgwardt, que está a cargo de las obras de la construcción de la autopista, en la recolección de agua.

La idea de la declaración de reserva surgió de parte de la gente del Museo de Ciencias Naturales Carlos Ameghino de Mercedes, que en este lugar en el que se han encontrado restos enteros de grandes animales hoy extintos como los gliptodontes (cuyo pariente cercano es el armadillo) ven un oasis en el que la naturaleza puede mostrar su contenido puro a alumnos de establecimientos escolares en visitas guiadas o para las prácticas de estudiantes universitarios de carreras afines a la arqueología.

Cubiertas de grandes dimensiones, que parecen de camiones o colectivos.

La cava es parte de un gran predio de 50 hectáreas que continúa hacia el este tras el arroyo Balta. El lugar era parte de las dependencias y bienes de la Colonia de Olivera, ubicada enfrente cruzando la ruta 5.

De esta cava se extrajeron y se siguen extrayendo restos fósiles de distinta valía, y con la declaración de reserva se pretendía evitar que se siga contaminando el lugar con distintas basuras, entre ellas bandejas, vasos, platos y tenedores plásticos descartables.

Hoy el lugar está plagado de abundante basura. Bidones de agua, botellas descartables y hasta neumáticos se llevan a ese sitio como si fuera un basural habilitado. Además de cometerse una infracción, aquí se daña con esta acción irresponsable al medio ambiente y se pisotean las intenciones que la gente de las ciencias naturales tiene para el sitio, con la idea de rescatarlo.

Los desperdicios (plásticos, tergopol, etcétera) son enemigos del medio ambiente.