Días pasados se comentó la noticia de que un palomar mercedino había sido el ganador de la carrera a dos puntas con llegada a la ciudad de Mar del Plata que con carácter de competencia nacional se realizó en este 2007 dentro del cronograma de colombodromos de la Argentina. El joven Fernando Villa fue el responsable del envío de estos pichones de palomas a la “ciudad feliz” y a la postre el titular del triunfo al marcar 2º y 11º y ser primero en la suma de tiempos.

Jorge Villa, colombófilo de la ciudad de Mercedes y hacedor del triunfo del palomar familiar junto a su hijo Fernando en el Colombodromo de Mar del Plata, estuvo en el programa radial “Conociendo la paloma mensajera”, que conduce Julio Falabella los jueves de 20 a 21 por Radio Vida, y fue entrevistado: “No lo esperábamos. Es la primera vez que Fernando manda pichones al colombodromo Mar del Plata, lo había hecho este año también en San Pedro”, contó en principio.

“Fue una carrera emocionante. Son las palomas antiguas, negras, con una sangre que me prestó mi amigo Martín Zubeldía, unas Dennis, que andan muy bien en días de lucha”, dijo sobre la particular competencia a dos puntas. “Las palomas estaban con mucha santidad y al poco tiempo de llegar estaban comiendo, por eso felicito al cuidador”, agregó Villa.

De familia
Jorge Villa comentó que viene de una familia de colombófilos, y que empezó a correr en serio hace unos 30 años. “Digo en serio porque entré en competencias, campeonatos enteros y carreras difíciles. Mi primer reloj lo compré en Luján y me lo regaló mi abuelo, que apreciaba mucho este deporte”, contó este colombófilo que tuvo su momento desgraciado en el deporte cuando su padre perdió la vida en un accidente acompañando a un camionero que llevaba las palomas.

En tanto, su hijo Fernando comenzó con las palomas limpiando el palomar. “Le empezaron a gustar. Primero fue Damián el más grande de mis hijos, y después se prendió Fernando, que es quien hoy está más entusiasmado, y por otro lado está estudiando en Buenos Aires. Quizás no compartimos las mismas ideas pero sí las mismas emociones. El le tenía confianza a esa raza. Es de unas palomas importadas de Islas Canarias muy buenas, y él me decía que iba a mandar los hijos de esas palomas al colombodromo. Nos da mucha emoción representar a nuestra sociedad, que a nivel nacional está en buen rumbo y siempre hay representantes locales en las carreras nacionales”, completó, explicando que en la actualidad tiene más de 160 palomas voladoras en su haber. En cuanto a las reproductoras, aseguró que tiene alrededor de 60 casales, que son muchos: “No es necesario tener tantas, pero me gusta verlas”, aseguró.