El jardín silvestre de Ricardo Barbetti, en Vicente López, es un buen lugar para visitar en cualquier época del año. La propuesta es una visita guiada con charla incluida que este domingo tuvo una nueva edición.  

En verano, Ricardo empieza a recibir a los visitantes a las 10 horas, puntual.  

Acaba de publicar un libro nuevo que se llama “Cuidar al mundo”, y su primera edición está casi agotada. Su casa, cerca del Río de la Plata, es un oasis en el que se respeta la naturaleza y se la deja ser.  

Una visita a su jardín revela la importancia que tiene la naturaleza.

Este jardín silvestre ha sido declarado Patrimonio Natural y Cultural de Vicente López, y Hábitat Silvestre por la Federación Nacional de Vida Silvestre (NWF) de los Estados Unidos. Algunas plantas nativas que hay en él son gran variedad de árboles, lianas, plantas del aire, cactus, orquídeas, helechos, begonias. 

Ricardo Barbetti se encarga de temas de ecología y educación en el Museo Argentino de Ciencias Naturales e Instituto Nacional de Investigación de las Ciencias Naturales. Ricardo recorre áreas naturales desde Tierra del Fuego hasta Iguazú, investigando y fotografiando plantas, animales y paisajes naturales. De sus viajes trae semillas y ejemplares chicos de plantas nativas y los cultiva, ya más de 300 especies, mayormente de la provincia de Buenos Aires. 

En su jardín hay cerca de 200 especies de plantas nativas, más de 50 especies de aves en libertad y muchas mariposas libres; hay partes de selva, bosque, arbustal, prado y un jardín acuático, con plantas acuáticas nativas, miles de peces nativos y tortugas acuáticas nacidas en estanques. 

Ricardo tiene una gran personalidad, y no tiene reparos en expresar su pensamiento, incluso sobre los comentarios que le llegan sobre su jardín: “Este lugar no es 'un potrero abandonado', como dijeron algunos, sino que está dejado en paz. Los primeros seres humanos no vivían en una ciudad ni en habitaciones rodeados de cemento, ladrillos, vidrio, acero, aluminio, silicones, máquinas y edificios. Es un encierro cada vez más grande, cada vez la existencia moderna se parece más a una cárcel. Como si el modelo para la vida moderna fuera la cárcel".  

"Pero los primeros seres humanos vivían al aire libre, estaba el cielo arriba y abajo la tierra, caminaban en la tierra blanda no en piso duro, y veían miles o millones de plantas que habían crecido por sí solas, que nadie plantó, y animales libres, y con ellos tenían una relación y un trato como si fueran los vecinos o de la familia, esto se ve todavía en los aborígenes, en todos los continentes. Lo mismo con las plantas: ahora está de moda hablarle a las plantas, los indios lo hacen desde hace miles de años, no es una moda, y dicen que las plantas les contestan, les enseñan”, comparte entre otras reflexiones, en la charla previa que da a la visita, ilustrada con fotos, y folletos que da a quien le interese conocer. 

“Conocer, entender, saber, vale infinitamente más que creer. Pero ahora estamos en la época de la creencia, por eso hay empresas de publicidad que ganan millones de dólares por año, por eso hablan tanto los políticos. Lo que yo les transmito no son creencias, son conocimientos, y la relación con lo sagrado es a través del conocimiento. Los aborígenes conocen a la naturaleza y la sienten sagrada”, afirma Barbetti, quien colabora con muchas asociaciones y fundaciones que impulsan a conocer y cuidar la naturaleza, plantas y flores.

Para los mercedinos, Barbetti es conocido por haber participado el año anterior en el reconocimiento de especies nativas durante una excursión de exploración y descubrimiento en la Reserva del Arroyo Balta, y después dio una conferencia con proyección de diapositivas titulada “Todos necesitamos ese paraíso, la belleza del paisaje natural, la vida silvestre de Mercedes, su naturaleza”, en la que se trataron cuestiones relacionadas con la flora y fauna nativa y su necesidad de ayuda y protección.  

Y en este año 2010 podría venir a Mercedes para presentar su libro nuevo “Cuidar el mundo”, que hizo después del titulado “Plantas Autóctonas, Imprescindibles Para la Naturaleza y Para la Humanidad”, de 278 páginas, con 73 fotografías en color y 26 dibujos del autor. 

Además, Ricardo se dedica al arte: pinta cuadros, hace dibujos y esculturas, de tipos científico, figurativo, abstracto, surrealista y simbólico, en lápiz, pastel, carbonilla, tinta, acuarela, témpera, óleo y acrílico, en papel, cartón, tela y madera. Hizo varias exposiciones.