Este sábado por la tarde y en una actividad programada en la ciudad de Mercedes en conmemoración del Día Internacional de la Lucha Campesina, el mural que había sido pintado hace exactamente un año con un claro mensaje (“Recuperemos la tierra, el agua y las semillas”) volvió a ver la luz. Había sido tapado sin ningún miramiento por parte del propio gobierno, quien llenó de carteles de propaganda oficial de gran tamaño la ciudad hace varios días, en ocasión de una frustrada visita a la zona de la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner. Los vecinos habían pedido por carta a los poderes Ejecutivo y Legislativo que quiten el cartel de ese lugar, aunque no obtuvieron respuesta. La situación también había sido comunicada al área de Cultura de la Municipalidad, con el mismo resultado negativo e insensible hacia la expresión cultural y educativa que se pretendió con la realización del trabajo en 2009.

Cerca de las 16 comenzaron a juntarse en la esquina de 29 y 26, vecinos de la ciudad a los que incluso se sumaron algunos de Luján, motivados con la actividad en defensa de la soberanía alimentaria y en contra de las empresas trasnacionales que manejan el agronegocio de la alimentación.

Con música de Manu Chao en la plaza San Martín a todo volumen y tras repasar las consignas de la jornada, entre todos tomaron pinzas y herramientas y se procedió a correr de lugar el pesado cartel de chapa que ocultaba el mural de 29 y 26.

Además, se aprovechó la oportunidad para limpiar de afiches de papel pegados con engrudo la pared que tiene pintado un mural realizado “en contra de las tiranías” en Latinoamérica y en solidaridad con Honduras. Este también quedó visible aunque algo dañado, por las constantes e irreflexivas pegatinas de la actividad de espectáculos de la cartelera del ex Teatro Argentino.

Festejada con aplausos por todos los presentes como una victoria al lograr la consigna, la actividad de Mercedes fue una de las tantas que tuvieron lugar en el día de hoy en todo el mundo.

En el mundo y en Argentina
En Madrid, por ejemplo, los convocantes alertaron que los cultivos modificados genéticamente “amenazan la salud y deterioran el medio ambiente”. Y también denunciaron que “contaminan otros cultivos y destruyen la agricultura familiar, agravando el hambre en el mundo”, marcando que la coexistencia con los modos de cultivo tradicionales “no es posible”.

En la Argentina, en la provincia de Córdoba, muy castigada por los transgénicos al igual que las provincias de Buenos Aires y Santa Fe, habrá una marcha en estos días de las comunidades campesinas.

La jornada pone de relieve una postura en contra del modelo agropecuario de las grandes corporaciones económicas y de los organismos internacionales de comercio y finanzas (FMI, OMC, Banco Mundial) y a favor de un desarrollo rural con campesinos, con comunidades indígenas, con yungas, montes y biodiversidad. Además se cuestiona la exagerada utilización y explotación de los recursos naturales.

Las organizaciones del mundo sostienen que “el campesinado está desapareciendo masivamente en todo el mundo, y un puñado de grandes empresas transnacionales se han hecho con el control sobre la producción y la comercialización de alimentos, desde la producción de semillas hasta las grandes cadenas de supermercados. Los gobiernos y las instituciones internacionales han desarrollado políticas para apoyar los agronegocios y desmantelar la agricultura campesina. Nuestra alimentación está en manos de la agroindustria y de los especuladores. Es urgente un cambio en las políticas”.