Es buena de cuando en cuando una dosis de absurdo, y en esta fría noche de domingo los que se acercaron al ex Teatro Argentino pudieron comprobarlo. Recibieron un cachetazo con las actuaciones certeras de Franco Bonifacio y Arturo Bustos Berrondo, en dos payasescos personajes que versificaban en medio de las ruinas de lo que fuera un esplendoroso circo, sucios y desprendiendo nubes de tierra de sus ropas, pero en escena y cuidando detalles como su ubicación como actores ante las luces o jugando de manera cómplice haciendo aplaudir al público, que pasó de esta manera a integrarse al juego propuesto.

El espectáculo que se presentó, tiene una duración que no excede los 50 minutos, es de creación propia de los actores y directores y está inspirado en los textos de obras como “Esperando a Godot” y “Fin de partida”, del autor Samuel Beckett. El aire del absurdo se respira y se vive de adentro y afuera en este Proyecto Artístico Científico Circense.

Bonifacio y Bustos Berrondo actuaron este domingo ante un centenar de espectadores, que en un principio miraban atónicos y expectantes la absurda escena, en silencio. Se apoyaron en pocos pero significativos elementos como un mástil de una carpa de circo, un mono enjaulado, una valija y una caña de pescar en la que narices de payaso eran puestas como carnadas, así como las ramas de un fuego que se niega a encender. Jugaron juegos beckettianos en la clave del personaje dominante y dominado, filosofando la desgracia existencial de la espera, con imposibilidades y repeticiones, con precisos textos que lentamente despertaron sorpresivas carcajadas entre la platea.

En la sala del primer piso del ex Argentino, con pocas luces y negados a todo artificio en lo que hace a musicalización o efectos sonoros, los jóvenes actores trabajaron muy certeros sus parlamentos, con mínimos movimientos en algunos casos, para saltar a bruscas e inesperadas cachetadas o sacudones en otros.

Tras recibir el aplauso de todos, lograron que este Proyecto Artístico Científico Circense tenga éxito en el sentido de lograr provocar cambios en el estado de ánimo del público, incitándolo a una apertura en su visión y a desapegarlo de los prejuicios por un rato, algo que no es fácil de lograr.