En la edición del lunes 11 de julio del Semanario Protagonistas, en la nota que lleva por título "Perazzo defendió el proyecto del Frente Mercedino", el jefe de la Agencia Pami Mercedes y segundo candidato a concejal de Ustarroz, entre otras cuestiones que aborda, manifiesta casi al final de la nota lo siguiente: “Todas estas obras las vamos a hacer a partir de diciembre, resguardando nuestra historia y nuestra cultura, sin permitir la destrucción y preservando el patrimonio histórico mercedino representado por ejemplo, en las casonas antiguas o recuperando el busto de Lola Mora que desapareció y fue sustituido por unos durmientes del ferrocarril”.

Ante semejante declaración que puede considerarse como una incriminación, es deber aclarar que nadie hizo desaparecer absolutamente nada y mucho menos en esta gestión que fue justamente la que se ocupó de la preservación y restauración de una de las esculturas más importantes de nuestra ciudad.

Es indudable que la falta de información genera este tipo de declaraciones fuera de lugar, impropias para un candidato a concejal de la ciudad que debería saber perfectamente qué se hizo con el busto y dónde se encuentra actualmente. Lamentamos que haya gente que se involucre ahora en temas de la ciudad que ya fueron solucionados hace 5 años.

El busto de Lola Mora, cuyo último emplazamiento fue en la intersección de Avenida 2 y 29, se decidió restaurar en esta gestión, aprobándose la misma por Ordenanza 6020/05, y a raíz del informe contundente de la Licenciada Vilma Adriana Pérez,  Técnica en Conservación y restauración del Palais de Glace, quien señaló: "La obra no posee pátina o agregados superficiales de protección que se observen en un examen macroscópico. La superficie se observa porosa y desgastada debido a la erosión y a la contaminación. El desgaste de la obra es producto de la acción física (factores climáticos, lluvia, viento, fluctuaciones de temperatura) pero también química y biológica debido a la gran suciedad. Los factores externos que han actuado sobre la obra son el hollín de los autos, el polvo acumulado en superficie, nidos de insectos como arañas en las zonas menos salientes y zonas de color verdoso donde los hongos (líquenes) han crecido de manera importante dadas las condiciones aptas para su crecimiento (humedad, suciedad y zonas más sombrías). El efecto químico se produce sobre la obra cuando la humedad ambiente se condensa en las superficies sucias. Hay roturas varias con pérdida de material por hechos vandálicos..."

Tras la restauración realizada (véase Diario  La Hora, sábado 24 de septiembre de 2005, pág 8; Semanario Protagonistas, lunes 26 de septiembre de 2005, pág. 34 y El Nuevo Cronista, lunes 26 de septiembre de 2005, pág. 27) se decidió ubicar el busto en el interior del Museo Histórico Municipal Dr. Víctor E. Míguez, presidiendo la sala principal de la antigua casona para la admiración de vecinos y visitantes.

Por todo lo expuesto, decir que el busto de Lola Mora desapareció es una declaración al menos insensata y poco feliz.

Para finalizar con esta polémica que, como dije concluyó hace 5 años atrás,  transcribo las palabras  del Prof. Pablo Mariano Solá, sobrino bisnieto y biógrafo de la escultora tucumana que en una nota enviada a los medios de prensa locales (véase Diario El Oeste, 31 de octubre de 2006, pág. 8, El Nuevo Cronista, 30 de octubre de 2006, pág, 27) destaca lo siguiente: “Hoy puedo decir que se efectuó un excelente trabajo de restauración, a cargo de profesionales con amplia experiencia que con técnicas mínimamente invasivas han puesto en valor la obra, recuperando su aspecto original... Al mismo tiempo, su actual emplazamiento en el Museo Míguez realza los valores estéticos del busto, enmarcado en una escenografía e iluminación que lo destacan y permitiendo al público apreciar detalles de la obra que resultaban ocultos, dada la altura de su pedestal...”

* El profesor Fernando Pachiani es Director de Cultura y Educación Municipal