En Zárate primero hubo fútbol, después la violencia arruinó lo que tendría que haber sido una jornada de gloria para Club Mercedes. En la tarde del jueves se jugó el encuentro revancha y fue el conjunto de Juan Lares el que supo aprovechar mejor las reducidas dimensiones de la cancha. A partir de lo que generó Damián Bochini más que  aportaron Juan Dipaolo y Diego Martínez el que no la pasó del todo bien en lo futbolístico fue Club Mercedes. Aunque tuvo la oportunidad de pasar a ganar, tres consecutivas en una misma jugada ahogaron el grito de gol de Solano Espil. Luego Facundo Quiroga de cabeza estuvo cerca de abrir la cuenta.

El resto fue casi todo de Estrada, un elenco acostumbrado a desempeñarse en un terreno dificultoso. En 27’ dejó atrás la defensa un veloz Dipaolo que definió sobre la salida de Ramiro Herrera para anotar el 1 a 0, el global quedaba empatado, y antes que se marcharan al descanso Estrada quiso justificar la diferencia sin poder volver a quebrar la valla del uno mercedino. Además del resultado en contra, Mercedes sufría la baja de Camilo Fiorelli que dejaba la cancha lesionado producto de una fuerte plancha que solo fue sancionada con una tarjeta amarilla. Mucho para replantearse tenía la formación de Diego Silvestre a la que le costaba encontrar el rumbo.

Con los mismos hombres el “Blanquinegro” reaccionó y ya en 8’ del complemento empató con una gran definición de Solano Espil, claramente habilitado se encaminó hacia el arco para sacar un fuerte y cruzado remate que tuvo destino de red.  El título se lo llevaba Mercedes (2 a 1 en el global) que por momentos tuvo que aguantar el resultado ante las envestidas del local. La contra terminó siendo el arma clave, ya casi en tiempo cumplido lo aseguró Pablo Gorosito, sin fuerzas para más se mostró el dueño de casa ante un Mercedes que comenzaba a acariciar el título, tercero desde la creación de la Unión Regional Tres Ligas.

Descontrol
Segundos después de que el juez diera por finalizado el partido, un grupo de futbolistas de Estrada, no aceptando la derrota, fueron a cargar directamente contra sus pares de Club Mercedes. Simultáneamente desde la tribuna local comenzaron a invadir el terreno de juego con la clara intensión de sumarse a la agresión, a todo esto la actitud policial fue casi pasiva, unos pocos se apostaron frente a un portón con la intensión que los hinchas de Club Mercedes no se sumaran a los incidentes. De los golpes pasaron a las piedras que fueron arrojadas por las dos partes, entonces los disparos de postas de goma efectuados por la policía pareció calmar la situación.

La tensión tomó mayor volumen cuando los seguidores de Estrada y Mercedes se volvieron a desafiar, otra vez pedradas que derivaron en enfrentamientos y heridos de uno y otro lado. A todo esto la seguridad contó con mayor cantidad de efectivos y en un nuevo descuido los hinchas ganaron la calle. Los de Estrada fueron directamente a apedrear el micro de los jugadores mercedinos, una nueva lluvia de proyectiles entre barras enrareció el clima de un barrio que no salía del asombro de lo que sucedía. Separados los dos bandos el plantel y los hinchas se retiraron escoltados de Zárate, algunos jugadores de Club Mercedes con golpes en el rostro, hasta el entrenador Diego Silvestre fue agredido.

Un tercer echo tuvo como protagonista a una de la combis donde viajaban hinchas mercedinos, no llegaron a dejar la ciudad que fueron obligados a detenerse y sus ocupantes terminaron detenidos por la policía, todo esto ocurrió a varias cuadras de la cancha. Hasta las últimas horas unas 10 personas permanecían demoradas. Lo sucedido en al tarde del sábado podría haberse evitado si no fuese por la mala ubicación del personal policial, no solo permitió la agresión a jugadores, además dejó ingresar los barras locales que en la tribuna se mostraron en todo momento ingiriendo alcohol.

La cancha de Central Buenos Aires, donde el local fue Estrada, no estaba a la altura de una final desde su pésimo campo de juego hasta lo precario de los alambrados en algunos sectores, más varias puertas por donde se accedía al terreno. Desde la directiva de la Liga se buscó cambiar el escenario, del otro lado argumentaron que los alquileres de otros estadios resultaban ser muy caros. Entonces la seguridad sería la encargada de garantizar el orden, algo que no sucedió.

Estrada 1: Marcos Fernández, Carlos Mozzi, Mauricio Moreno, Luis Pérez, Walter Robles, César Machena, Martín Escobar, Damián Bochini, Diego Martínez, Franco Navarro y Julián Dipaolo. DT: Juan Lares. Relevos: Marcos Navarro, Hugo Machena, Lucas Torres y Mateo Escobar.

Club Mercedes 2: Ramiro Herrera, Germán Stopiello, Hernán Asurmendi, Facundo Quiroga, Nahuel Santana, Franco Pertossi, Solano Espil, Camilo Fiorelli, Matías Silea, Pablo Gorosito y santiago Portesi. DT: Diego Silvestre. Relevos: Juan Ferrandís, Oscar Díaz, Ignacio Igoldi  e Iván Gómez.

Gol en el PT: A los 27’ Julián Dipaolo para Estrada.
Goles en el ST: A los 8’ Solano Espil y a los 45’ Pablo Gorosito para Club Mercedes.
Cambios: Enzo Albornoz por Carlos  Mozzi, Alexis Oviedo por Damián Bochini y Cristian Schinat por Franco Navarro en Estrada. Cristian Cabrera por Camilo Fiorelli, Alejandro Huici por Solano Espil y Francisco Larumbe por Nahuel Santana en Club Mercedes.
Arbitro: Daniel Ortiz (San Antonio de Areco).
Expulsados: Martín Escobar en Estrada y Matías Silea en Club Mercedes.

Inferiores
Ante de la Primera hubo partidos de las categorías menores correspondientes a la primera de las dos finales. En Sub 17 cayó Juventud de Suipacha ante Náutico Arsenal y en Sub 13 empataron sin tantos Estudiantes ante Central Buenos Aires. Además, por el Sub 15, en San Andrés de Giles fue triunfo de Frontón sobre Central Buenos Aires. Tras lo sucedido e la categoría mayor, los directivos llegaron a un acuerdo y pasaron las revanchas para el sábado 17.

Sub 17
Náutico 4: Valentín Gambella, Matías Mumo 2 y Franco López.
Juventud 2: Joaquín Sosa 2.

Sub 13
Central Buenos Aires 0.
Estudiantes 0.

Sub 15
Frontón 3: Ghessi 2 y Gastelú.
Central Buenos Aires 0.