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El sábado 28 de junio, en el marco de la Muestra fotográfica “Una mirada de mujer”, organizada por el Foto Club Mercedes, se realizó una charla con los licenciados Mara Yañez y Ángel Rutigliano en relación a cuestiones de género. Se llevó adelante en “El Estudio”.

La propuesta fue hacer una pregunta allí donde había una afirmación. ¿Existe una mirada de mujer? Para hablar de ello se utilizaron dos videos: uno referido a Simone de Beavoir y su obra “El segundo sexo”, y otro en relación a Beatriz Preciado, quien plantea conceptos ligados a lo contra-sexual.

“El primero señala la importancia de la lucha de la mujer por tener un espacio propio, por lograr su independencia de la cultura patriarcal. Sus puntos fuertes tienen que ver con desvincular a la mujer a un destino de maternaje y determinar que lo personal es político. Es decir que las acciones que podemos realizar a diario como cocinar, planchar, trabajar, etcétera tienen que ver con lugares determinados con la cultura que soportamos”, comentó Angel Rutigliano al respecto, y amplió sobre lo sucedido: “El diálogo se abrió preguntándole a las/los presentes en qué su condición sexual intervino en su cotidianeidad. Por ejemplo se pudo compartir un clásico mercedino que habla que una mujer no puede ir a tomar sola a un bar sin que tenga que tolerar las miradas de los otros participantes de la escena. También se habló de los regalos que recibieron los participantes cuando eran pequeños. Regalos que condicionan un devenir varón/mujer”.

“Todo esto quedó patas arriba con las afirmaciones de la filósofa española que puso en cuestión la normatividad de género. Algo de esto surgió mirando las fotos expuestas: ¿Qué nos dice que estás fotos fueron sacadas por una mujer? Es la temática, son los estereotipos, tiene que ver con la calidez de las fotos. De ahí pasamos a discutir si existe algo que pueda pensarse como una “esencia femenina”. Al principio esta pregunta parecía obvia y tautológica pero luego observamos que no fue tan fácil contestar. De hecho Beatriz Preciado en muchas ocasiones se presenta como varón o como mujer. Para este camuflaje se inyecta hormonas o cambia su tono de voz y pregunta: “¿Es posible pensar un sujeto por fuera de lo masculino/femenino”? Este simple interrogante sirvió para charlar con las fotógrafas expositoras sobre sus producciones. Nos detuvimos en la foto de una anciana que según algunos podía pensarse como una abuela. Otra vez, por qué una abuela. Por qué suponer que un cuerpo es lo que nos determina una sexualidad. Las “tecnologías sexuales” suponen un orden fijo, un mandato simbólico que produce consecuencias en los otros. La conversación siguió tratando siempre de desnaturalizar las nociones tradicionales y las miradas que reducen la sexualidad al género”, destacó por su parte, Mara Yañez.

“Para terminar se culminó con un planteo que tiene que ver con las cuestiones bosquejadas. ¿Cuál es el sujeto político del feminismo? Es una mujer, es un hombre o tendríamos que pensar en poder romper con ese binomio. Si esto fuera cierto entonces para la próxima muestra sobre puntos de vista masculinos o femeninos, se podría invitar a cualquiera que quiera exponer sobre el asunto”, completó Rutigliano.

 

 

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