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Este miércoles se hizo presente en la ciudad de Mercedes para ser parte de una solicitud legal ante la Fiscalía General, Oscar Alfredo Di Vincensi, un periodista de la localidad de Alberti que a principios de 2013 denunció haber sido rociado con glifosato tras registrar en imágenes el uso ilegal de ese agroquímico en cercanías de las viviendas. Lo que pide el periodista es que se desarchive la causa, y lo hizo por carta dirigida al fiscal Pablo Merola.

Se trata de la IPP 09-00-78-13, una causa muy renombrada en el ámbito periodístico ya que en su momento hasta FOPEA (agrupación de periodistas de la Argentina) repudió enérgicamente la situación. En su carácter de denunciante, Di Vincensi solicitó el desarchivo: “Esto repercutió en distintas partes del mundo. El 2 de enero de 2013 se ve en un video como esta persona de apellido Zunino me fumigó literalmente y se inicia una causa, la cual vine a preguntar por qué no había movimiento y con liviandad me dicen que se archivó”, indicó en la ciudad de Mercedes, consultado por NOTICIASMERCEDINAS.COM, tras concurrir a la Fiscalía general y presentar su escrito. “Esperamos que este caso que fue uno de los primeros en que se inician causas contra los fumigadores no se caiga. Yo me ví afectado y hay análisis de sangre, psicológicos y de salud que demuestran que no es lo mismo el antes y el después de las fumigaciones. Es evidente que la Fiscalía no le da importancia a la salud de la población: hay muchos vecinos expuestos porque la fumigación fue a 40 metros, y ese barrio fue fumigado durante 40 años y tuvimos que hacer amparos judiciales que ganamos, como el caso contra Jorge Delaunay”, comentó. Otros casos sucedidos en Alberti y también juzgados en Mercedes no corrieron la misma suerte.

Entre otros aspectos, Di Vincensi comentó que la intendente autorizó a fumigar en esa zona en Alberti cuando él sufrió la agresión por documentarlo. “No entiendo por qué la justicia archiva rápidamente sin investigar. Hay complicidad y beneficio explícito hacia los agronazis, que son los que fumigan y envenenan a la población: la UFI 2 tenía que investigar este ilícito, tal cual rezaba la carátula, pero se decidió archivar, por lo que hoy quiero aportar más pruebas y pido que citen a testigos para que declaren”, explicó el denunciante en su paso por Mercedes.

Di Vincensi valora la toma de conciencia paulatina en distintos pueblos con la lucha de los ciudadanos. “Pero hay un lobby permanente de multinacionales y empresas con legisladores. En Entre Ríos el Senado presentó un proyecto para permitir a 100 metros por tierra y 200 aéreos, lo que es una locura. Debemos exigir que se tome el tema en serio por la salud y no por los negocios de los agrotóxicos. Hay miles de afectados en todo el país y en latinoamérica. El veneno envenena, y esto es simple. Es una realidad el genocidio, y en la ciudad pasa lo mismo que en los pueblos: los agroquímicos están en las fumigaciones y en los alimentos que comemos en la mesa. La toma de conciencia es lenta pero está impactando”, dijo y cuestionó a organismos que debieran controlar esto, tales como el SENASA, que “es un sello de goma de nacion que hasta hace poco escondio información del glifosato” e INTA “que trabaja para multinacionales como Monsanto, Bayer, Syngenta, Dow o nacionales como Grobocopatel”.

“En Alberti hemos frenado la fumigación por amparos en algunos barrios, pero en otros lugares hay funcionarios que son dueños de empresas, como es el caso del diputado nacional Rivara, alguien muy cercano a quien autorizó los transgénicos en Argentina (N. de la R: cuando fue ministro de Agricultura de Carlos Saúl Menem) y que es Felipe Solá. Ellos saben de los peligros y la toxicidad de estos productos que están arrojando y los organismos de control no existen. El OPDS no trabaja como debe en casos de contaminación de las napas, y las denuncias son archivadas, como en este caso”, completó Oscar Alfredo Di Vincensi.

 

 

 

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