Esta mañana estuvo en la ciudad de Mercedes el doctor Eduardo Achaval, director provincial de Contralor Agroalimentario, del Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires. Llegó para entrevistarse con los funcionarios de salud y bromatología, y además mantuvo un encuentro con el intendente interino Mariano Castelucci en su despacho, cerca de las 13. Achaval había estado en la ciudad en octubre de 2006 y en esa oportunidad ya se hablaba de este plan que están poniendo en marcha, para regularizar todo lo concerniente con la producción de chacinados en el Partido de Mercedes.

“La idea es empezar a hacer un control más estricto sobre todo lo que es chacinados y en el producto final que es el salame. Vamos a comenzar ahora para que haya tiempo para los productores para que se pongan en regla, sin apuros ni apremios”, dijo la directora de Salud, doctora Liliana Masserio.

El doctor Achaval, por su parte, destacó que su visita era una continuidad de la anterior. “Por entonces habíamos tomado esta decisión de trabajar para la fiesta del salame quintero de 2007, para que se realice en las condiciones higiénicas y sanitarias que exige la ley y que nos de la seguridad alimentaria para todo el público concurrente de Mercedes y de gran parte del país que viene a esta fiesta”, dijo.

En tanto, informó cuáles serán las acciones futuras: “Vamos a hacer un relevamiento y reinscripción de todos los establecimientos que poseen porcinos en el partido. Todo productor que tiene cerdos debe estar inscripto y habilitado por la dirección provincial de Contralor Alimentario”, dijo y estimó que este relevamiento conjunto con inspectores municipales comenzará el 15 de febrero.
Los productores deben tener un boleto de señal que cuesta 50 pesos por 10 años, un predio rural del que sean propietarios o arrendatarios, y permiso de radicación municipal ya que el municipio es autónomo para decidir la radicación. “Le vamos a entregar a los elaboradores no inscriptos cuáles son las condiciones mínimas básicas exigibles por la legislación para que puedan tener una pequeña planta de elaboración”, aseguró el funcionario.

La idea además es que todos los cerdos estén faenados en lugares habilitados, y para verificar esto hay que tener en cuenta que cuando el producto esté terminado va a tener la inscripción del Ministerio de Salud como garantía de seguridad. “Nosotros vamos a controlar pero necesitamos que la gente se cuide y verifique, para ver que son productos que están controlados. La gente debe fijarse y hacer su control en las etiquetas”, dijo al respecto la doctora Liliana Masserio.

Por su parte, Achaval sostiene como director provincial de Contralor Agroalimentario que hay que “lograr que todo el mundo esté dentro del sistema”, y en ese sentido puso un ejemplo cercano sobre lo que sucedería en el polo gastronómico ubicado a pocos kilómetros del centro de Mercedes. “A Tomás Jofré vienen 4.500 personas por fin de semana, y Dios nos salve de que tengamos un problema de triquina, ya que hemos hecho un constante relevamiento y tenemos datos de que no todo lo que se vende en Jofré viene de lugares habilitados. Pero es responsabilidad nuestra controlar esto”, aceptó.

En el caso de que estos productos se vendan sin la correspondiente verificación, pueden ser decomisados. Además puede haber multas en dinero para los productores o vendedores. El rótulo debe contener dos números de control, más allá de la marca que tenga en la etiqueta.

“Estamos en sesión permanente y vamos seguir viniendo a Mercedes a realizar este tipo de controles en estos días”, dijo por último el doctor Achaval, mientras que la doctora Masserio aseguró que a mediados de febrero van a tener en claro cuántos son exactamente los productores tras un relevamiento que se realizará: “Sabemos que hay gente que no está trabajando como corresponde, pero quizás lo hacen por desconocimiento, porque piensan que es mas engorroso hacerlo bien o no averiguan las condiciones”, concluyó la mujer.