Luego de que un grupo de estudiantes tomara desde ayer el rectorado de la Universidad Nacional de Luján  para oponerse al paso de la autopista Luján – Mercedes por el predio de la casa de estudios, el rector Osvaldo Arizio consideró esta tarde que la medida es “autoritaria” y calificó a los alumnos como “grupo minoritario”. Por su parte, los consejeros superiores advirtieron que los terrenos en discusión no son ni fueron nunca de la Universidad, ya que estaban afectados desde el año 1964, ocho años antes de la creación de la UNLu.

De acuerdo a lo informado en el periódico Novedades, la toma del rectorado de la UNLu se concretó a las 16.30 de ayer, cuando unos treinta estudiantes se instalaron en las oficinas e hicieron conocer un comunicado de prensa con sus exigencias, entre ellas que se efectúe una “consulta pública a toda la comunidad universitaria” respecto de la obra.

En el comunicado, los estudiantes lamentaron la “negativa a asumir la defensa de la autonomía universitaria y la educación pública” del rector y de la mayoría de los integrantes del Consejo Superior. E informaron que también se encuentra tomada la sede del Centro Regional General Sarmiento de la UNLu, y aseguraron que cuentan con “el respaldo de la Comisión de Derechos Humanos de Luján y de la doctora Claudia Ferrero, de la Asociación de Profesionales en Lucha (APEL)”.

El rector, en una conferencia de prensa ofrecida en las primeras horas de esta tarde relató: “Un grupo minoritario de alumnos irrumpió y desalojó en forme intempestiva el rectorado y lo ocupó, pidiendo que la universidad interrumpiera las obras de la autopista”.

“Tras 5 horas de debate en el Consejo Superior no se vieron argumentos suficientes y por abrumadora mayoría se desechó” la opinión de oponerse al paso de la autovía, según Arizio. “Al no poder imponer su opinión deciden hacerlo en forma autoritaria, sin respetar las decisiones que toman democráticamente los órganos de la universidad en los que están representados todos los claustros y representan a la comunidad en su conjunto”, lamentó.

“Están haciendo un daño importante ya que en esas oficinas quedan interrumpidas una serie de proyectos y actividades que son importantes para la universidad, algunos de los cuales tienen vencimiento en los próximos días”, advirtió el rector.

“La obra de la autopista no es nuestra y se está desarrollando en un espacio geográfico que nunca nos perteneció porque cuando fue cedido el predio de la universidad la traza de la autopista estaba ya expropiada; la universidad negoció que el paso fuera en las mejores condiciones posibles, que el impacto fuese el mínimo posible, resguardando la seguridad de la comunidad universitaria y con un monitoreo permanente”, indicó y enfatizó que se había realizado un estudio de impacto ambiental a cargo de la Facultad de Ingeniería de la UBA, “que aconsejó medidas remediables”.

Consejeros superiores
Por último, los consejeros superiores, recordaron que estas obras se desarrollan en terrenos que no son y nunca fueron de la Universidad, ya que estaban afectados desde el año 1964, ocho años antes de la creación de la casa de estudios.

“Ninguno de los participantes en esta medida de fuerza, puede desconocer que no está en manos del Rector o de los Consejeros la posibilidad de exigir la paralización de las obras. Con la Universidad tomada nos perjudicamos todos”, destacaron.

Por todo esto, apoyaron la medida tomada por el Rector de informar la situación al Juez Federal de Mercedes, como único recurso legal. Y desde el Consejo Superior mantienen sin embargo su actitud de diálogo “dentro de las reglas establecidas en el libre juego democrático”.

Por último, el Consejo Superior se autoconvoca a reunión extraordinaria para el día sábado 14 de abril a las 17 a fin de tratar como único tema la “afrenta al Consejo Superior ante el desconocimiento de resoluciones adoptadas en pleno uso de sus atribuciones”.