El sábado por la noche, luego de una extendida sesión extraordinaria del Consejo Superior, los estudiantes que mantenían tomado el rectorado de la Universidad de Luján (UNLu) decidieron terminar con la medida de fuerza. Acordaron la conformación de una “mesa de diálogo” en la que discutirán su propuesta de paralizar la obra de la autopista por el predio de la casa de estudios, y otras reivindicaciones. En tanto, hoy desde las 19, en el Centro Regional General Sarmiento –que aún permanece tomado-, habrá una asamblea en la que se decidirán los pasos a seguir

Entrevistado en el programa Antena Cooperativa, de FM Líder de Luján, el consejero estudiantil Leonardo Moreno, que encabezaba la toma del rectorado, contó que la sesión del sábado se realizó en el auditorio de la UNLu, con un “clima bastante caliente, con cánticos de ambos lados y la movilización de los no docentes a favor del levantamiento de la toma”.

Según indicó, el temario de la sesión estaba orientado a la decisión de aplicar sanciones a los protagonistas de las medidas, más que a buscar una salida al conflicto. Al respecto, Moreno volvió a criticar la composición del cuerpo colegiado, en el que los alumnos sólo cuentan con cinco asientos de los 20 existentes. “Los docentes solos manejan la universidad cuando la gran mayoría de la comunidad somos estudiantes”, indicó.

Moreno informó que el jueves se acordarán las características de la “mesa de diálogo” en una nueva sesión, aunque ya se acordó que estaría integrada por miembros del Consejo Superior y de las asambleas de Luján y San Miguel.

“Venían con la línea de las sanciones, el rector hacía hincapié en mi persona, limitando el derecho a la protesta mío y de cualquier otro compañero”, contó Moreno y acotó que “se hablaba de sacarme del Consejo Superior por haber participado de la toma”. “Pedían disciplina sin ver las causas, por qué llegamos a esto”, lamentó y aclaró que con el correr de las horas se fueron disipando esos rumores.

Moreno se mostró dispuesto a discutir “por dónde podría pasar” la autopista. “Lo que proponemos es que se abra en la comunidad universitaria y en los vecinos un proceso de consulta pública y un estudio de impacto ambiental serio que contemple alternativas”, expresó.

El consejero estudiantil denostó a un estudio presentado por la Universidad de Buenos Aires (UBA): “La comisión técnica del rectorado le dio el visto bueno sin leerlo siquiera, en una reunión que se efectuó el 27 de diciembre, el mismo día que llegó, en tres horas”, dijo.

“Marca que los autos van a pasar a 80 kilómetros por hora, algo que no ocurre en ninguna autopista del país, y que si un auto circula a más de 80 el ruido sube exponencialmente, por una cuestión de aerodinámica, algo que hasta ese momento no se tenía en cuenta”, detalló y se quejó porque “se nos quiere hacer creer que van a pasar a 80, pero se nos informa que si pasan más rápido el ruido va a ser mucho mayor”.

Moreno también advirtió sobre “la cuestión de los gases”. “Nosotros estamos cursando en medio del campo, rodeados de árboles, hay mucha gente que viene a la UNLu por esa razón”, indicó.

Para el estudiante, “la propuesta de máxima es que no pase por el predio porque se viola la autonomía universitaria y en defensa del interés público porque la autopista va a ser privada siempre”, dijo Moreno. Sin embargo, abrió la posibilidad de que “se corra a 150 metros”. “En 2002 se había votado que pase a 120 metros”, recordó. También mencionó que “algunos consejeros se preguntaban por qué no hacer un túnel”.

“Se está construyendo el puente que conectaría ambos sectores de la UNLu, pero la obra de la autopista en sí todavía no empezó”, advirtió Moreno y consideró que “existe una posibilidad, por eso seguimos en la lucha, sino estaríamos luchando por becas, comedores, y por la democratización de la UNLu”. “Es un gran disparador para discutir qué universidad queremos”, sostuvo.

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