Cuando faltan pocos meses para los comicios de octubre, desde el movimiento de empleados municipales autoconvocados realizaron una marcha por la zona céntrica de la ciudad en reclamo de un aumento salarial, solicitando que el sueldo de un municipal pase a 915 pesos.

En la anunciada marcha de cacerolas además estuvieron presentes algunos concejales de la oposición como Juan Manuel Torres (UCR), David Valerga (FPV Corriente Proyecto nacional) y Juan Pablo López (PJ). También estuvo Hugo Bonafina, secretario gremial de la Asociación de Trabajadores del Estado. Hay que decir que si bien este reclamo fue motorizado por empleados municipales, en la movilización se pudo ver que se sumaron otros manifestantes independientes, no como trabajadores municipales.

Tal cual se había previsto con antelación durante la última reunión, los “municipales autoconvocados” partieron desde el Club Comunicaciones, ubicado en calle 28 entre 31 y 35, luego se dirigieron hasta la puerta del Palacio Municipal para posteriormente realizar algunos discursos políticos frente la Iglesia Catedral. Allí hablaron Juan Carlos Benítez, referente de “Unidad y Lealtad” en el PJ y jefe del Servicio Eléctrico municipal, y otros de los referentes de este nuevo movimiento como son los municipales Daniel Acosta y Horacio Peña.

“Este es el reclamo de muchos trabajadores”, dijo Benítez. “Queremos que nuestro pedido sea histórico para todos los trabajadores de la provincia de Buenos Aires”, agregó luego. 

Por su parte, Acosta volvió a reiterar que más allá del reclamo no se que van a dejar de prestar los servicios esenciales de la comuna: “Los servicios no van a dejar de funcionar nunca, porque no queremos que la gente pague por este problema”, expresó y sostuvo que no se trata de “un grito de desafío, sino un llamado a las autoridades”. También comentó que los trabajadores deberán participar de la asamblea que realiza el Sindicato de Empleados Municipales el próximo martes: “Tenemos que entrar a los codazos si es necesario”, dijo Daniel Acosta.

Insultos a Selva
Una vez finalizados los discursos, la caravana se dirigió por calle 27 hasta la esquina de 22 y luego se detuvieron en la calle 25, donde en la confitería Oicos se encontraba el primer mandatario comunal, Carlos Selva, acompañado por el presidente del bloque del Frente Para la Victoria/ Partido Justicialista, Juan Montoya. Allí sucedió algo que no pareció cercano a lo racional, ya que de inmediato varios insultos fueron propinados al intendente, que se acercó hasta los manifestantes con la intención de escuchar sus reclamos pero estos prefirieron no hablar e increparlo. Pero afortunadamente y por la intervención del concejal David Valerga, este hecho no pasó a mayores.

El conflicto con los empleados municipales autoconvocados toma sin dudas ribetes políticos muy fuertes, y es de esperar que las agresiones dejen lugar al diálogo entre empleados y empleador. Más que calmarse con los anuncios de aumento inminente realizados por Selva el viernes por la mañana, por la tarde del mismo día la ira y la irracionalidad ganaron en los hechos.

Poco respeto por la autoridad en el reclamo. Algunos increparon con violencia al intendente.