La 27a edición de la Rally de la Argentina contó con la presencia del mercedino Roberto “Tito” Jáuregui en la Clase A6, y la ganó de punta a punta.

En principio, tras varias semanas de trabajo, iba a estar a bordo de un Peugeot 206 que a último momento casi lo dejó sin largar. Si no fuera por otro auto que llegó a conseguir no hubiese logrado ser el mejor en su categoría, por esto el piloto local dijo: “La carrera la hice con un Renault Clío a pesar de haber estado inscripto con un Peugeot 206, mecánicamente el auto se terminó acá en Mercedes pero no se pudo poner en marcha la electrónica, por lo que hubo que cambiar el auto antes de largar. El 206 me lo había prestado un equipo con el compromiso de que nosotros lo armábamos y podíamos correr con el auto para devolverlo después”.

Jáuregui contó que el cambio que nunca figuró en el listado oficial del rally. La competencia tuvo una serie de irregularidades, algunos de los inconvenientes fueron sufridos por los pilotos y navegantes de aquellas categorías más chicas. En referencia a lo acontecido “Tito” comentó: “Todos sabíamos que no era una cosa lógica el traslado de tantos autos, gente y pilotos sin que pasara nada, era imposible. Tuvimos que llevar el auto a verificar de Córdoba a Carlos Paz, los cargaron en camiones mosquitos junto con tres micros con los mecánicos que iban por las dudas si se quedaba algún camión. El reconocimiento en River lo hicimos con esos carritos donde llevan a jugadores lesionados y dimos tres o cuatro vueltas para conocer el circuito. Después de eso hubo bastante desorganización, los autos de punta tuvieron todo, a nosotros nos tiraron a todos en un mismo recinto donde nadie sabía absolutamente nada. Había gente de otros países y no sabíamos qué decirles, los organizadores tampoco indicaban para dónde había que ir”.

"Tito" Jauregui y el Renault Clío en el Chateau Carreras, volando para la foto.

En un mar de desorganización y bajo una lluvia torrencial los pilotos, navegantes y mecánicos debían trasladarse hasta Córdoba. En principio la partida iba a ser desde Ezeiza cambiándose a último momento, esto motivó un desconcierto general y la molestia lógica de los protagonistas. “En aeroparque dijeron que había un avión disponible, porque no dejábamos a los mecánicos ya que el otro avión no iba a poder salir. Yo tomé un ticket y me fui a Córdoba, tal es así que uno de los mecánicos que iba del otro lado del avión me dice ¿viste que casi chocamos con otro avión que nos pasó al lado? Pero luego bajó el tren de aterrizaje y enseguida aterrizó en una noche donde no se veía absolutamente nada”, detalló “Tito” el mal momento vivido. A pesar de ello los que viajaron en ese avión fueron los más beneficiados, ya que otro vuelo donde se trasladaban las figuras de la carrera y organizadores no pudo aterrizar en Córdoba por lo que regresó para Buenos Aires, y muchos pasaron la noche durmiendo en el piso del aeropuerto.

Con tanta demora y un clima que no ayudaba el inicio de los primes todo se fue postergando, una vez que se largó todo en los camino de Córdoba se notó una diferencia importante entre los diferentes autos, y Jáuregui contó: “En el afán que uno tiene por correr deja pasar por alto un montón de cosas, después cuando se termina es tiempo de reflexión, estas cosas no hay que hacerlas más jugando con la gente. Un amigo nuestro mató a una chica, no le daban los tiempos de la carrera y tuvo que correr en el enlace. La carrera está hecha para los primeros 8 autos, nosotros no podemos estar a la par de ellos con otro vehículo con tracción simple. Yo infringí todas las leyes de tránsito que existen, dimos vuelta en una avenida pasando semáforos en rojo, fuimos en contramano y pasamos por donde no se podía para poder llegar a tiempo. No es justo ni lógico, chocamos tres veces contra autos particulares y una vez nos chocó otro que no teníamos nada que ver, otra vez nos tragamos un colectivo donde rompimos vidrios y un montón de cosas. Todo esto fue en el enlace para llegar a largar”. Esto fue algo que no sólo vivió el mercedino, si no también la mayoría de los participantes.

Cuidando el auto
Consultado sobre si hubo que cuidarlo mucho al auto para llegar al final, dijo que sí, ya que el camino estaba muy roto: “Esta es la sexta vez que corro el campeonato del mundo y nunca lo había visto como estaba. Había llovido los días anteriores y los autos que pasaron adelante rompieron todo el camino quedando todo un serrucho donde nuestras gomas no entraban en al huella. Cuando nos salíamos de la huella había toda piedra redonda que nos rompía la transmisión. Acelerábamos hasta donde se podía, en las subidas lo hacíamos en primera sufriendo el auto constantemente. Yo rogaba que la carrera se terminara y el auto aguantara hasta el final”, dijo el piloto mercedino.

El piloto mercedino recibió el apoyo de varias firmas locales que le permitieron correr

Peligro y equipo
Fuera del estadio Monumental de River y el Chateau Carreras de Córdoba Capital, el Rally de la Argentina se corrió por diferentes caminos de la provincia mediterránea. En cada recorrido abundaron los trayectos donde había que estar muy atento a la hoja de ruta, ya que un descuido podía terminar con un auto en el precipicio, situación que vivió Jáuregui de cerca: “En la vez anterior nosotros estuvimos entre 7 y 11 veces a borde de caernos al precipicio, esta vez fue una sola pero mucho más peligroso al quedar colgados de una piedra con el auto de frente. Cuando hicieron la asistencia y cambiaron los amortiguadores traseros el auto quedó muy bailarín, entonces pedí que el navegante bajara un cambio en la hoja de ruta para no llegar tan rápido a la curva, se olvidó y frenamos como veníamos quedando colgados de la última piedra. La gente me indicó para qué lado tenía que poner la rueda y poder salir, y ya después lo hicimos con más cautela. Realmente nos asustamos, yo pensaba que nos caíamos. Antes nos había pasado pero siempre frenamos en el borde”, contó “Tito”, entre risas y algo de seriedad en un deporte que le apasiona. 

Para poder estar en Córdoba en un principio trabajaron Alfredo Gatti en la mecánica del 206 más la colaboración de “Titino” Alomar y Leo Frías. En la carrera estuvo Angel Frías y la familia Sirch más algunos familiares de Jáuregui, los mecánicos de otros equipos también colaboraron poniendo en condiciones un Renault Clio que pudo completar el Rally y ser el mejor en la A6.

Para Roberto Jáuregui fue una experiencia más, en el futuro lo espera una nueva fecha del Rally Federal con el ya legendario Renault 18 de su propiedad.

En el podio, "Tito" y su acompañante cordobés que navegó el Clío, levantan las copas