Días atrás, Lucas Castromán fue uno de los futbolistas profesionales que jugó en el encuentro a beneficio por el ex Colegio Nacional. El jugador de Vélez no es la primera vez que decide ser parte de un evento ayudando a los que lo necesitan.

En pleno centro de Luján, sobre la calle San Martín, se encuentra la fundación Luján Camino Solidario en la que muy seguido se lo puede encontrar. En una de las aulas, entre pupitres y lápices, el futbolista fue contando cómo se fue dando la creación de LUCAS: “La institución se crea el 30 de noviembre de 2005, pero con el trabajo comenzamos 10 meses después, tras obtener la personería jurídica y otras cosas legales que eran necesarias. La idea está en mi cabeza desde hace mucho tiempo, siempre recuerdo que vivíamos en una habitación muy chica donde dormíamos 5 personas con mis viejos y tres hermanos, hoy somos 5 en total. Después mi papá pudo hacer la otra parte de la casa para estar un poco más cómodos, no me faltó nada de comer pero no nos dábamos lujos yéndonos de vacaciones. En el verano nos íbamos a trabajar con mi viejo a Entre Ríos o Córdoba. Hoy gracias a mi deporte podemos brindar algo para las personas que no tienen tanto, darle una posibilidad en esta sociedad es lo que pretendemos todos los que trabajamos en Fundación LUCAS. Lleva mi nombre pero está mi señora Laura en la parte organizativa, mi viejo como presidente, un abogado amigo es el vicepresidente, mi hermano el tesorero y mi hermana en la parte de administración quedando todo en familia y entre amigos”, relató Castromán.

En casi un año de trabajo, el jugador de Vélez se muestra más que satisfecho con todos los logros obtenidos, y sobre esto expresó: “Ya se notan muchísimos cambios, chicos que no sabían leer y escribir hoy lo hacen, algunos llegaron con caras de asustados y pocas esperanzas de que esto sea bueno. Hoy pueden seguir mucho más entusiasmados que nunca, se les enseña el respeto por los demás, ser escuchados mereciendo un plato de comida, algo que es un derecho para todos. Acá no solamente se le da práctica de deporte, se le da apoyo escolar, música, teatro, plástica y muchas cosas más. Se le están dando buenas armas, en el buen sentido, para que en el futuro ellos puedan desenvolverse por sí mismos, decidir qué quieren ser cuando sean grandes”, contó Castromán sobre los objetivos de la fundación.

-¿Cuántos chicos hay hoy en la fundación?
- Actualmente hay 9, pero se van a agregar dos más en el mes de julio. Se los pasa a buscar a las 12 por el colegio, los traen a la fundación para almorzar y allí tienen una hora para descansar un poco. Los lunes, miércoles y viernes se le da el apoyo escolar y entre medio de todo esto tienen las prácticas de deporte y demás. A medida de las necesidades hay psicólogos y médicos para los chicos, ya a las 5 llega el momento de la merienda y se los lleva para su casa. Por ahora esa es la política de la fundación, al ser pocos los podemos llevar y traer, los fines de semana a raíz de lo que nos comentan los chicos se le agrega una vianda para ellos y sus hermanos.  

-¿A futuro cuál es tu objetivo en todo este proyecto?
- En el futuro no tiene que existir ningún tipo más de fundación, no por no ayudar, si no que no la necesite nadie. La fundación nace por una necesidad para las demás personas que no tienen algo, el objetivo es ese. Ojalá que esto se termine lo antes posible, si no es así poder mantenernos ayudando a las personas que lo necesitan. Hay que tratar de cambiarle la cabeza a la gente, que entiendan que cada uno tiene sus derechos. No queremos que mañana los chicos sigan con la vida que tuvieron desde muy niños, tienen que crecer y emplear todo lo que les enseñamos acá. 

-¿Sentís el agradecimiento de la gente de Luján y los padres de los chicos?
- No lo busco nunca, lo hago por una necesidad personal y por cuestiones mías internas que viví de chico. Todo lo que hice me lo gané con mi esfuerzo, me levanté a las cuatro de la mañana durante cuatro años para poder estar en Capital Federal en el entrenamiento. Estudiaba en un industrial donde salía a las diez y media de la noche quedándome tiempo para hacer los deberes. Esto es respeto y sacrificio, a estas palabras la uní y voy uniendo caminos. El agradecimiento sin buscarlo te lo dan, el día del padre los chicos te hacen un cartel y uno eso no se lo pide, el himno de la fundación dice que miremos a los chicos que nos van a devolver la sonrisa que perdimos. Por los chicos me desinhibí y pude empezar a conseguir cosas para esta fundación que cuesta muchísimo mantenerla.

Lucas Castromán, futbolista del Vélez

Presente y pasado
Con 26 años, Lucas Castromán es una de las figuras de Vélez. El club de Liniers por estas horas mantiene reuniones con sus pares mexicanos tratando de llegar a un acuerdo. Sobre la posible transferencia, Lucas decía: “Si bien hay un interés del club América no hay una tratativa final hasta hoy, vamos a esperar hasta este fin de semana para ver lo que sucede. En lo personal yo no tendría problemas, ellos están arreglando con Vélez Sársfield las cuestiones del pase, después de todo eso podré saber algo a pesar que algunos medios ya hablan que me vendieron y estoy en México”, expresó el futbolista. Alguien que comenzó jugando al fútbol en Luján, ciudad que sigue visitando sin olvidar todo su pasado detrás de la redonda de cuero: “A los tres años me inicié en la Escuela Menotti, allí mi mamá era solidaria con mis compañeros quedándose todo el entrenamiento, compraba como cinco kilos de pan porque no daba para las facturas. Después de la práctica nos juntaban y Domingo Aranda, que era nuestro técnico nos abría una gaseosa o un jugo, a muchos de aquellos chicos hoy los sigo viendo, en Menotti estuve hasta los 14 años donde paso a Vélez”, contó Lucas Castromán sobre sus inicios en el fútbol.