La noticia había sido publicada en el periódico Novedades hace unos días, y en este domingo un cable de la agencia Diarios y Noticias con el relato de la curiosa situación del blindaje de la Virgen de Luján por decisión de Ruben Di Monte llegó a la edición web de Clarín.

El caso es que el proyecto del arzobispo de Mercedes - Luján contempla la colocación de la virgen en una plataforma con cuatro vidrios capaces de resistir ataques vandálicos. El justificativo del “blindaje especial” que la protegerá de cualquier ataque vandálico o intento de robo es la preocupación del arzobispo por que “un desequilibrado pueda agredir (la estatuilla) a martillazos”.

La obra, que demandará 120 días y requerirá una inversión cercana a los 100 mil dólares (300 mil pesos) surgió de una idea del arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Rubén Di Monte, quien expresó su preocupación ante la posibilidad de que "un desequilibrado pueda agredir (la estatuilla) a martillazos".

“Si no le pasa nada a la Virgen, nadie se acordará de mí. Pero si le pasa, me van a maldecir mil años”, dijo el prelado al firmar el convenio de adjudicación de obra con la empresa Nilo Construcciones. La obra llevaría 120 días para su ejecución y además del vidrio en cuatro caras, similar al que se utiliza para los automóviles blindados, se instalará un equipamiento para poder bajar a la imagen –construida en terracota en el siglo XVII- más cerca del público en determinadas ceremonias.

La obra alterará la rutina de la Basílica, ya que resulta probable que deba cerrarse el altar mayor del templo mientras dure. Aunque también es posible que se busquen alternativas a esta situación, ya que en octubre llega a Luján la mayor peregrinación del año, la de la juventud.

Durante la firma del convenio el arzobispo Di Monte, desde el altar, Di Monte consideró que se trataba de “un día histórico para el Santuario y para todos los argentinos”. Además hizo hincapié en la necesidad del blindaje y evocó que “en 1975, estudiando en Roma, tuve oportunidad de vivir un momento muy feo, el momento en que fue golpeada sacrílegamente La Piedad, de Miguel Ángel”. “Nunca habían pensado que en la Santa Sede iban a vivir un momento así”, reflexionó.

Di Monte opinó que el blindaje y los trabajos complementarios servirán para que “el pueblo argentino la tenga más cerca y sepa que la Iglesia argentina se ha preocupado por defenderla, por cuidarla”.