Más allá del funcionamiento de la Mesa de Relaciones Laborales –de la que están al margen– los empleados municipales autoconvocados siguen reclamando por mejoras en los sueldos, a la vez que temen que la futura implementación de las 8 horas en la jornada laboral los desestabilice aún más de no lograr una recomposición adecuada. Para este miércoles al mediodía preparan varias actividades: a las 13 harán una asamblea en el Palacio Municipal y a las 19 prevén una “marcha de escrache” a dos de los sindicalistas involucrados en esta discusión: Carlos Zunino (Sindicato de Trabajadores Municipales) y Liliana Gutiérrez (Asociación de Trabajadores Municipales).

En estos días hubo varias reuniones de los autoconvocados y en el último encuentro de afiliados a estos los sindicatos nombrados se decidió que “ante las reiteradas inasistencias de Zunino y las indefiniciones de Gutiérrez en la Mesa de Relaciones Laborales, ellos serían los primeros en recibir el “llamado de atención”, mientras que a Hugo Bonafina, de la Asociación de Trabajadores del Estado, lo conminaros a una reunión que se llevará a cabo hoy a las 13.30 y en la que le pedirían una asamblea para que los ponga en cabal conocimiento de cómo marchas las cosas en la Mesa de Relaciones Laborales, sobre la que no tienen información.

Por otra parte, para el grupo de empelados municipales autoconvocados tampoco existe demasiada información como para evaluar los cambios que se vienen en el Presupuesto 2007 en relación a los importes destinados a la masa salarial, mientras que consideran que el reclamo de 970 pesos debe actualizarse por la inflación, aunque lo que les interesa es mantener la postura de llegar al 1 de enero de 2008 con un básico por encima de los 900 pesos, para evitar que con el nuevo presupuesto se puedan realizar cambios como el imponer las 8 horas a algunos sectores sin que esto tenga impacto serio en el salario de los trabajadores.

La implementación de las 8 horas en la jornada es un tema que los preocupa. Consideran en este sentido que los salarios –en caso de mantenerse en estos niveles actuales– imponen que un trabajador busque una segunda fuente de ingreso, para lo que no le quedaría tiempo: el aumento del cúmulo de horas a cumplir impediría la posibilidad incluso de conseguirlo. El corrimiento de horario preocupa y mucho, en cuanto a tener la posibilidad de un trabajo alternativo.

Lo que suponen es que de llegarse a 900 pesos, las ocho horas impondrían automáticamente un aumento del 33 %, lo que llevaría su básico a más de 1200 pesos.

El aumento de horas se teme que suceda con el próximo presupuesto.