Los integrantes de Proyecto Sur vienen haciendo conocer sus ideas de gobierno y una de ellas tiene que ver con la necesidad de “repartir la riqueza”. En Mercedes los candidatos de la lista que lleva a Pino Solanas como presidente son la actual concejal del ARI Claudia Lucero (por la intendencia) y el profesor Pablo Sana (al Concejo Deliberante).

Justamente fue el propio Sana quien definió el planteamiento: “El Presupuesto Municipal se forma principalmente por una proyección de recaudación (tasas y servicios públicos) y aportes externos (coparticipación de la Provincia). A partir de ahí se planifica el reparto de dichos recursos en actividades para el año entrante, para resolver los problemas de nuestra ciudad. La salvedad es que en los últimos períodos, estos se destinan -cuando se destinan- a problemas estructurales, que lejos de dejar de existir, se van multiplicando en una forma más que curiosa”, destacó y en este sentido remarcó que el Presupuesto está “mal implementado”: “Si es el vecino el que genera los recursos, debe ser el beneficiario directo del uso de los mismos. Cada vecino de barrio tiene necesidades con características propias y al mismo tiempo disímiles de otras. Es la propuesta del Proyecto Sur, tomar un eje vertebral –la cultura como agente integrador–, pero definir el reparto de la riqueza en dirección al vecino mismo de cada barrio. Siendo así, la aplicación del Presupuesto Municipal, debería reorientarse en dos planos: uno estructural y otro vecinal”.

Para lograr sus objetivos, Proyecto Sur propone implementar los Centros de Gestión y Participación: “Para hacerse una imagen física de lo que significa, sería un Presupuesto Municipal y Vecinal. Cada barrio a través de su CGP, contaría con partidas asignadas desde el municipio, donde los vecinos optimizarían los recursos a aplicar. De este modo correspondería al municipio solucionar problemas generales (servicio de agua y gas por ejemplo), pero el vecino decidiría de qué modo se implementa un plan de seguridad, de cultura, qué calles se asfaltan, conexiones a colectores cloacales y demás”, explicó Sana y en este orden habló de la experiencia de Porto Alegre, que cuenta con más de 20 años de implementarse en pasos, y “ha permitido optimizar los recursos al punto de contar un 98 %  de su población con los elementos básicos que corresponden a un ciudadano moderno”.

“Los CGP asimismo diseñarían políticas culturales locales. Lo único que integra es la cultura, ya que solucionados los problemas que generan su falta, como inseguridad, costos repetidos año tras año se solucionarían en forma efectiva. El vecino podría definir las empresas que llevarían a cabo estas tareas, con concursos públicos transparentes, siendo el municipio simple operador de lo que allí se decide”, completó Sana.