Jorge Rivera Woollands, actor, autor, titiritero, director y profesor de teatro y teatro de títeres; egresado de la Escuela Municipal de Arte Dramático de Mar del Plata, de la Escuela Superior de Teatro de la Universidad del Centro (de Tandil), con el título profesor de Teatro y Teatro de Títeres, está presentando su última creación en Mercedes: se trata de un cuento que habla de las cosas simples de la vida; la amistad, la solidaridad, la propia visión de mundo que cada uno posee, y del amor por sobre todas las cosas.

El titiritero comentó algunos aspectos de su trabajo en el marco de su participación en el Segundo Encuentro Regional de Teatro “Tulio Carella” en la organización. Jorge Rivera Woolands estuvo actuando desde las 17 en la obra “Yo quiero a la luna” este sábado por la tarde y se espera su participación también este domingo.

En cuanto al trabajo con los niños, dijo que lo que primero debe hacer es tratar de darle calidad: “Los chicos reciben todo y saben cuando un trabajo está bien o mal hecho: En el caso de los títeres tienen esa magia que todos vemos. Y en los chicos funciona de una manera muy linda con respecto a la participación y como toman el humor y siguen la historia. Ellos quieren ser protagonistas y eso es interesante: yo recibo en devolución las risas de los gags y veo cuál es la llegada, es el premio que uno tiene”, dijo.

La obra que representa actualmente tiene 7 títeres de guante en escena

A continuación comentó que empezó como actor y luego se largó a la dirección actoral, y que entonces llegaría su encuentro con los títeres: “En una oportunidad me invitan a participar en una obra de títeres y ese fue mi primer contacto: empecé a manejar un títere plano que hacía guardia para un lado y para el otro. Me fue gustando, vi que tenía posibilidades y me dijeron si quería manejar otros títeres, entonces empecé a trabajar de manera asidua con otros más complicados y me adapté bien”, comentó y destacó que el trabajo requiere una disociación de movimientos.

La obra que representa tiene títeres de guante. “Hay varias posibilidades de encastre. Yo lo manejo con dos dedos en el cuello, dos en uno de los brazos y el dedo gordo en otro de los brazos. Con la práctica la disociación de movimientos enriquece el movimiento del títere y el mensaje”, marcó Rivera Woollands.

En cuanto al mensaje, tiene claro que con el espectáculo de títeres hace un audiovisual completo: “Hay que trabajar la característica de los personajes, los vestuarios y las voces, hay que definir todo”, opinó

En 17 Nº 284, en la Organización Olmedo, esta tarde de sábado Woollands dio clase ante el público de cómo hacer un espectáculo entretenido y con mucha técnica. En ese sentido, comentó que quienes se interesen por esta actividad deben pensar que es compleja y requiere tiempo de experimentación y entrenamiento. “Cada uno de nosotros tiene la posibilidad de desarrollar cierta cantidad de voces, por ejemplo”, comentó, destacando que en la obra que presenta hay 7 voces distintas. “A veces se parecen pero se trata de hacerlas distintas. Eso se logra con entrenamiento y requiere concentración”.

“Yo trato de contar una historia. Parto de la obra que es un contenido para chicos, hay ciertos personajes que ayudan al desarrollo del texto, a entender de qué se habla. En este caso la obra habla de amistad y solidaridad, y de escuchar al otro”, completó Jorge Rivera Woollands, en referencia a “Yo quiero a la luna” y su trabajo.

"Yo quiero a la luna" habla de valores esenciales como la solidaridad y el amor