El “Mercedazo” fue una movilización popular que se produjo el 30 de octubre de 1973 en la ciudad de Mercedes porque en ese momento había una ley nacional de radicación de industrias que se intentaba modificar. Lo que se pretendía era que a más de 60 kilómetros de Capital no se radicaran nuevas industrias, pero la presión de la gente en su conjunto impidió tal cambio perjudicial. Por estos días, los alumnos del grupo de “Jóvenes y memoria” de la Escuela Normal rescatan esta participación multitudinaria del olvido de la historia reciente local.

En 1973 la alarma cundió y los mercedinos empezaron a temer. Si bien no había problemas con las industrias existentes, los comerciantes lo tomaron como un atentado a la ciudad, pensaron en la decadencia y se imaginaron el futuro de Mercedes como el de un pueblo muerto. Es así que los sindicalistas y comerciantes le pidieron al intendente de ese momento, Julio Gioscio, que hiciera algo por la no aprobación de la mencionada ley.

“Salieron todos a reclamar, de los negocios y de las escuelas, y Gioscio decretó ese día feriado municipal”, recuerda Mónica Stella, una de las docentes a cargo del grupo de jóvenes del Normal. “Cuando los ciudadanos van a reclamar deciden en una asamblea hacer una marcha al kilómetro 100. Fue una multitud de gente caminando, y al llegar ahí encuentran a una avioneta que había bajado en un campo lindero la semana anterior porque se había quedado sin combustible y traía contrabando. Los que la piloteaban se fueron y el aparato quedo ahí. Por lo que un grupo de jóvenes arrastró la avioneta hacia el cruce de rutas nacional 5 y provincial 41, y Gioscio le habló al pueblo desde arriba del avión, usándolo de escenario”, agrega Stella sobre esta movida en la que estaban la Juventud Peronista, el PJ, la UCR, el PC y hasta la UES (Unión de Estudiantes Secundarios), lo que más le llamó la atención a los jóvenes investigadores.

“En un momento empezaron a cantar la marcha peronista y algunos se empezaron a ir. Así también luego un grupo fue al frigorífico Lamar a apoyar a los trabajadores que estaban en conflicto, encabezando este nucleamiento la Democracia Cristiana y la UJS. También estuvieron en el ferrocarril Sarmiento y con una regadera que pasaba cortaron simbólicamente las vías”, amplía la docente a la luz de lo investigado.

De esta manera y gracias a la presión popular y a las gestiones, hablando con el diputado Labaqué y con la presencia en medios radiales, y el seguimiento del influyente Crónica, se logró el objetivo. Con la presión se pudo modificar el artículo de la ley y Mercedes quedó resguardada en su desarrollo industrial. Fue la primera vez que desde esta ciudad la fuerza popular y la movilización lograron plasmar el cambio de una ley.