Por Ariel Musante

En las instalaciones del Club Atlético Quilmes se está realizando desde ayer lunes y hasta mañana miércoles un campus de básquet organizado por Guido Naipauer. El ex jugador cervecero, recién llegado de México, viene a aportar sus conocimientos sobre el deporte a los chicos de Mercedes. En un mano a mano con este medio refiere a su pensamiento sobre cómo se debe manejar a los menores de 16 años en la cancha y en los torneos que ellos juegan y realiza una comparación entre el básquetbol argentino, el paraguayo y el mexicano, ya sea desde lo que observó dentro como fuera de la cancha.

 

La intención de Naipauer es también “devolverle al club (Quilmes) lo que me dio, ya sea como jugador, monitor o entrenador. Más que nada quiero darle un apoyo a la gente del club, que está trabajando bien... a Lucas Tesore también, que está trabajando con los chicos hace bastante tiempo y brindar mi experiencia a esto”.

 

- ¿Cuál es la idea del campus?, ¿qué se va a trabajar? 

- La idea que tenemos es la de perfeccionar los fundamentos del básquet en los más chiquitos, la técnica individual. La idea es hacer ciertas correcciones que durante el año y con la competencia no se pueden hacer por los exitismos que hay en el deporte local. Yo estoy en contra de todo eso, pero bueno...

Lo que trabajamos acá fundamentalmente con los más chicos es el dribbling, el pase, el pívot. Todo lo que es la cosa sencilla, lo que es el “aprender a caminar en los bebés”. Porque si un chico de 10 u 11 años no sabe picar bien la pelota o tirar bien al aro, su carrera como jugador de básquet, no se si profesional, pero seguro que de primera del Club Quilmes está frenada. No sé si con tres días los chicos van a aprender, pero sí van a escuchar otra palabra, otro concepto, otra visión.

 

- ¿Y con los más grandes qué van a hacer? 

- Fundamentalmente lo que es la técnica individual. Cómo se juega al básquetbol en lo que es el uno contra uno, el dos contra dos y el tres contra tres. Qué pasa cuando tengo la pelota, cuando no la tengo y no decirle “vos vas allá y cortinás”, como si fuese una primera división.

 

- ¿Por qué el campamento es hasta 16 años? 

- Estos chicos que participan hoy en el campus están en la edad justa de aprender estos fundamentos para que luego a partir de los 16 uno pueda exigirle cosas a nivel técnico y trabajar más en lo que es el binomio logro-resultado. Hasta los 16 o 17 años no me parece que se le deba exigir al jugador que gane los partidos.

 

- ¿Qué debería ocurrir para que los chicos menores de 16 años puedan trabajar durante el año estos conceptos y no pensar en el partido del sábado? 

- No debería haber un ascenso y descenso en una liga de 12 clubes como ocurre en la de Chivilcoy. Tendrían que jugar todos. En Infantiles, Cadetes y Juveniles me parece bien que haya puestos, pero en Pre Mini, Mini y Pre Infantiles, a mi gusto no tendría que haber ni tanteador, sino jugar por jugar, algo que en la sociedad en la que vivimos se olvidó.

 

- ¿Eso no traería aparejado que los chicos le pierdan el interés al básquet? 

- No. Para nada. A los chicos les preguntás cómo salieron y ni se acuerdan. Lo que traería esto es que sea más masivo, que puedan jugar la mayor cantidad de chicos. Yo la diferencia que más vi entre los equipos de Capital Federal y los de la zona oeste es que en muchos equipos juega un solo nene por cuarto. Ese solo nene es el que hace todo: tira, emboca, agarra rebote, pasa, defiende... y los otros 4 son meramente observadores o colaboradores de ese y eso es lo peor que podemos hacer. No sabemos nunca cuál de los 15 ó 20 chicos que juegan en una categoría menor va a medir dos metros, cuál va a ser talentoso, cuál va a estar preparado psicológicamente para afrontar una exigencia deportiva...

 

- ¿Qué ocurre en otros países con las divisiones formativas? 

- Juegan los torneos interescolares, pero a partir de los 15 años. Antes de eso sólo juegan. Lo que se juega allá, por lo que vi, son muchos torneos de verano, donde sí juegan con puntaje, pero asegurándose que cada equipo juegue al menos 3 partidos en un mismo día. Son partidos de 4 cuartos de 8 minutos, corridos, las edades van de los 16 a los 19 años, con sus camisetas, todo... un partido a las 8 de la mañana, otro a la tarde, otro a la noche y después hay una clasificación.

 

- Es medio parecido a lo que ocurre con las 36 horas de Córdoba, por ejemplo... 

- Algo así.

 

- ¿Podría ocurrir algo así en Mercedes? 

- Yo hace mucho vengo diciendo que hay que empezar a trabajar para que los chicos se queden más en Mercedes y no emigren a otros equipos. Poder jugar el provincial representando a Mercedes y no a Chivilcoy por ejemplo, donde siempre se le prestan jugadores. Los equipos tendrían que tener también encuentros con equipos de otras ciudades, como por ejemplo cuando Quilmes tuvo un encuentro con San Lorenzo de Capital Federal y los chicos conocieron otras cosas nuevas. Hay que variar las competencias para que los chicos vean las diferentes formas de juego. Hay que ganar más horas de entrenamiento.

 

- ¿El campus es sólo para chicos que jueguen en el Club Quilmes? 

- No. Estudiantes estaba invitado también. Me puso muy triste ver que no vino ni uno, ni el entrenador, nadie. Cuando vine a Mercedes me reuní con Lucas Tesore (DT de Quilmes) y Víctor Siri (DT de Estudiantes) y les comente lo que quería hacer. Yo les dije que no tengo la verdad, sólo vengo a mostrar mi forma de ver el básquet, si a vos te sirve aprendés, si no, no. Lamentablemente la gente de Estudiantes ni respondió ni vino. Me da lástima por los chicos, porque hubiese sido una buena experiencia para ellos y de paso mostrarles que el deporte no es una rivalidad, no se juega contra... sino que se juega con. Si no está el otro equipo, no jugás con nadie.

 

- ¿Cuántos chicos partiparán de esto? 

- Aproximadamente 50 chicos que son del Club. Tenemos un turno a la mañana, que son los más grandes y otro a la tarde. El máximo estimado de edad es 15 y 16 años, pero si se suma alguno de 17 no hay problemas. La idea es trabajar sobre estas edades, no con los más grandes ni los de primera y un campus no les sirve para lo que es fin de temporada. Los más chicos si, porque se motivan más, yo les cuento lo que son las cosas extra-club. El talento lo tienen todos adentro, sólo hay que buscarlo y entrenarlo por su cuenta, la perseverancia es lo que le va a dar a cada chico poder ser un gran jugador profesional, semi profesional o de Primera... o como yo, que fui un jugador y después me dediqué a ser entrenador.

Guido fue un jugador de basquet y luego se dedicó a ser entrenador

Experiencia en el exterior
Naipauer hace diez años que se fue de la ciudad de Mercedes. Primero estuvo viviendo en Capital Federal, donde estudió y jugó y dirigió diversos clubes, como ser San Lorenzo, Náutico Hacoaj, como entrenador. Como jugador en Munro, San Lorenzo, Banco Provincia y en Country Club de Banfield.

 

- ¿Qué hiciste en México? 

- El año pasado tuve la oportunidad de irme tres meses a un equipo de básquet profesional. Me llamó para ir un técnico muy reconocido a nivel nacional y latinoamericano, Mario Guzmán, que ha salido campeón de la Liga Nacional y Sudamericano varias veces. Con él aprendí muchísimo. En México agarramos un equipo que estaba último en la tabla, quedaban 20 juegos para terminar el torneo, ganamos 15 y pusimos al equipo en play-offs. Eso nos sirvió para que este año nos vuelvan a contratar. Mario era el entrenador y yo su asistente. Tuve la suerte que Mario me dejó trabajar mucho con el plantel, crecer mucho, porque yo tengo 28 años y trabajaba con gente que era más grande que yo. En estos dos años dirigí cerca de 15 ó 20 jugadores americanos. Para mí fue muy importante.

Entre medio de esos dos años fui a Paraguay, al equipo Deportivo San José, que es de Asunción. San José es un equipo que jugó el Sudamericano en Franca (Brasil) en febrero. En este caso trabajé con Horacio Seguí, también campeón Nacional y Sudamericano varias veces como entrenador. También Horacio jugó una Copa Intercontinental con el Panatinaikos de Grecia. Esa fue otra experiencia muy importante.

En ambos equipos tuve a cargo también el plan de formativos. Esto es preparar a los entrenadores de esos equipos en las categorías formativas. También di un campamento en México y Paraguay para chicos de inferiores, lo que serían las escuelas de básquetbol. Lo lindo de México fue trabajar con chicos americanos, porque yo estaba en una ciudad que limitaba con Estados Unidos, entonces venían a jugar americanos que eran hijos de mexicanos, que son muy fáciles de nacionalizarlos. Estuve en Universidades americanas también, donde pude conocer la inmensidad de su infraestructura, de sus canchas.

 

- ¿Cuáles son las diferencias que hay entre el básquet argentino, el paraguayo y el mexicano? 

- Hay diferencias de mucho tipo. A nivel infraestructura, tanto México como Estados Unidos son nivel NBA. Las escuelas tienen 3 o 4 gimnasios con piso flotante de madera excelente donde los chicos no se pueden lastimar. Hay siempre muchos aros. El básquetbol mexicano y americano son muy parecidos a nivel formativo ya que no existe el club, sino que los chicos juegan básquet en las escuelas, tanto sea en los High School o Middle School. Eso tiene sus pros y sus contras. Como bueno es que los chicos tienen competencias importantes siempre entre colegios y como malo es que no están manejados por especialistas en “docentes de jugadores” como acá en Argentina. Yo creo que en Argentina es uno de los mejores países que trabaja en la formación de jugadores. Estados Unidos no está tan avanzado en eso, sino que es muy estructurado y técnico. Acá trabajamos más sobre lo que es la dinámica y la didáctica de trabajo.

 

- ¿Y Paraguay? 

- Está muy parecido a Argentina. Tiene clubes, pero no tiene la misma cantidad. No tiene competencia firme y establecida de muchos clubes. Asunción, la capital paraguaya, tiene 8 clubes y la Federación de Capital Federal tiene 110. La Liga de Chivilcoy tiene 13 y la de Junín 20. No quiero mentir, pero Argentina tiene mínimo dos mil clubes afiliados a la Confederación Argentina de Básquetbol. Si la cantidad de clubes es terrible, imaginate la cantidad de chicos que hay formándose. Por eso tenemos 6 o 7 jugadores en la NBA, somos campeones olímpicos...

 

- Con respecto al juego, ¿cuáles son las diferencias entre estos países donde estuviste? 

- En Argentina se juega un básquet de mayor control, más estratégico, donde hay más scuting, se ve mucho más trabajado. En México se ve más lo que es correr y tirar, mucho juego espectáculo, donde los tanteadores superan los 100 o 110 puntos, acá en Argentina son de 70 u 80. Con respecto a los extranjeros, allá pueden jugar hasta tres americanos por equipo, pero no hay reglamentación de los que son méxico-americano, que son los nacidos en Estados Unidos pero tienen o madre o padre mexicano. Hay casos como el de Nick Jones que juega como mexicano porque le encontraron una abuela que vive en Monterrey. Entonces vos te encontrás con equipos donde juegan cinco negros americanos, que son dos mexicanos. Por esto se juega un básquetbol diferente a lo que es básquet FIBA. A México le falta formación todavía, debería parecerse más a lo que es el básquet FIBA y no al americano. El básquet paraguayo tiene como falencia la falta de competencia. Eso hace que no haya un profesionalismo total.

 

Regreso a Argentina

La idea central de Guido Naipauer es la de quedarse al menos dos años en Argentina: “Tuve un ofrecimiento para volver a México pero lo rechacé porque quería estar en las fiestas acá con mi familia y mi señora. Es muy duro estar afuera, encima estoy recién casado y se extraña mucho a la esposa... las costumbres, todo. Es lindo por un lado, pero uno extraña mucho. Primer mes todo lindo, segundo también... ya a partir del tercero se empieza a notar la lejanía. La oferta que tenía encima era hasta febrero y si me volvía en esa época no me servía porque los equipos se encuentran en el inicio de la temporada”, comentó.

 

-¿Qué diferencias hay entre la vida en México o en Argentina? 

La comida, número uno. Los horarios de comida. Ellos comen mucho a las 8 de la mañana, le llaman el almuerzo, comen mucha comida salada, tipo  desayuno americano. No hay tantas relaciones interpersonales como hay acá. Los chicos se divierten de otra manera... pegándose... otra forma

 

- ¿Cómo? 

- “A ver quién grita más fuerte”, esas cosas que se ven en las series americanas. Pasa eso. Otra cosa diferente que hay es que pagan los clubes. Cada 15 días te pagan, en dólares, vivís bien, viajás en avión, te dan un auto para vos. No pensás en esas cosas como acá.

 

- ¿En Paraguay cómo es la vida? 

- Es una ciudad más argentina. Pero estuve dos meses y no pude ver mucho.

 

- ¿En qué club estuviste en México? 

- En Correcaminos Matamoros, el cual vendió la franquicia a otra ciudad. Allá son franquicias, una persona es dueña del equipo. Es como en la NBA. La diferencia con el club es que vos hablás directamente con el dueño del equipo, no hay dirigentes, nada, y las instalaciones son las canchas de las universidades, que hasta tienen aire acondicionado

 

- ¿Cuál es la diferencia con la NBA? 

- Los millones de dólares... Hay 8 cifras contra 6 ó 5.

 

- ¿Y en la manera de trabajar? 

- En la NBA trabajan 20 o 30 entrenadores por equipo. Uno solo es la cabeza. En San Antonio, donde esta Ginobili Greg Popovich es la cabeza, debajo de él hay 20 entrenadores, 10 que miran básquet y 10 que están con el equipo, más los jefes de equipo, managers, todo. En México están los entrenadores y los asistentes nada más.