Por Ariel Musante 

El entrenador de básquetbol Guido Naipauer realizó en Mercedes un campamento en el cual se profundizaron conceptos sobre este deporte. El mismo se realizó en el estadio “Rolo Cardinal” del Club Quilmes, salvo el encuentro ocurrido el lunes a la mañana que fue en el polideportivo CEF Nº40 debido a que la cancha de 12 y 15 se encontraba ocupada con una fiesta de fin de año.

Naipauer volvió a Argentina luego de estar dos años en México y tras un breve paso por Paraguay. De Mercedes se fue hace diez. Primero estuvo viviendo en Capital Federal, donde estudió, jugó y dirigió en diversos clubes, como ser San Lorenzo, Náutico Hacoaj, como entrenador. Como jugador en Munro, San Lorenzo, Banco Provincia y en Country Club de Banfield. En México estuvo en Correcaminos Matamoros, junto al DT Mario Guzmán y en Paraguay estuvo en San José, equipo de la capital de ese país, Asunción, pero en este caso acompañando a otro DT de renombre en el básquetbol nacional como es Horacio Seguí

El campus fue únicamente para chicos de 10 a 15/16 años y no para mayores, ya que en el mismo se trabajaron conceptos básicos en los más pequeños (10 a 12 años), como ser el picar la pelota con ambas manos, saber tomar una buena postura corporal a la hora de atacar o defender y que ésta sea redituable para el jugador que la utiliza y lograr que los chicos mejoren otros aspectos relacionados siempre con la técnica individual. Esto es muy importante ya que es la base de este deporte y son cosas que si no se aprenden de pequeño es difícil adquirirlas de grande. Sobre esto, Naipauer afirmaba que “si un chico de 10 u 11 años no sabe picar bien la pelota o tirar bien al aro, su carrera como jugador de básquet, no se si profesional, pero seguro que de primera del Club Quilmes está frenada. No sé si con tres días los chicos van a aprender, pero sí van a escuchar otra palabra, otro concepto, otra visión.”

En los más grandes se intensificó lo que es el juego dentro de la cancha en la forma uno contra uno, dos contra dos y tres contra tres y también aprender a jugar con y sin la pelota, fundamental esto ultimo en este deporte.

Si bien el campus es un entrenamiento intensivo sobre los conceptos que se vienen aprendiendo en el básquet, sirve para ajustar conocimientos aportados por otro entrenador como Naipauer y trabajarlos de una forma distinta, ya que durante el año los equipos practican mucho pensando en el partido del fin de semana y se debe ocupar mucho tiempo a lo que es la táctica y restárselo a la técnica.

Lamentablemente sólo participaron de este campamento jugadores del Club Quilmes. En la organización, en un principio, fue de la partida el técnico de Estudiantes, Víctor Siri, pero luego dejó de ir a las reuniones de organización y evidentemente los jugadores del pincha no supieron de lo que se hizo en Quilmes y no realizaron el campus. Naipauer se mostró dolido por esto, “me puso muy triste ver que no vino ni uno, ni el entrenador, nadie. Cuando vine a Mercedes me reuní con Lucas Tesore (DT de Quilmes) y Víctor Siri (DT de Estudiantes) y les comente lo que quería hacer. Yo les dije que no tengo la verdad, sólo vengo a mostrar mi forma de ver el básquet, si a vos te sirve aprendés, si no, no. Lamentablemente la gente de Estudiantes ni respondió ni vino” y agregó que “me da lástima por los chicos, porque hubiese sido una buena experiencia para ellos y de paso mostrarles que el deporte no es una rivalidad, no se juega contra... sino que se juega con. Si no está el otro equipo, no jugás con nadie”, sentenció.

Al finalizar el certamen se le entregaron a los participantes (alrededor de 45 chicos) remeras estampadas para que los jugadores se queden con el recuerdo de haber participado, en algunos casos por primera vez en su vida, de un campus de básquet, además de haber recibido nuevos conceptos de un técnico de básquet que dirigió equipos en Capital Federal, México y Paraguay.