La concejal del ARI autónomo Claudia Lucero cuestionó los “discursos muy prolijos que no pueden ser sostenidos con las acciones ni con la conducta”. Para la edil “la irracionalidad en las decisiones adoptadas, los personalismos o simplemente el capricho no pueden tener cabida”, quien cuestiona que se conviertan a su entender los ámbitos de discusión instituida en el “coto de caza” de intereses mezquinos: “Entonces el diálogo se transforma en mascarada, se pierde el rumbo y continuamos navegando en el mar de la demagogia. Amén de que siempre parece imponerse el número, la cantidad, el que grita más fuerte y no la fuerza de los argumentos o la perseverancia de mantenerse fiel a las convicciones. No se atiende el derecho, no se escuchan las reglas y la fuerza de la razón no parece tener demasiada prensa frente al ruido”, asegura a poco de culminado el tratamiento del Presupuesto 2008 y sobre ese tema en particular.

“Se plantean situaciones maniqueas que demonizan al otro, tornando las cosas blancas o negras cuando es preciso avanzar hacia una concepción en que quepan los matices, que se plantean cuando hay un verdadero diálogo abierto; e insisto, la coherencia no sólo entre lo que se dice y se hace sino también en lo que se plantea en el tiempo y en diferentes contextos”, para la edil.

 

El caso Acosta

La concejal del ARI Autónomo sobre el caso del ex empleado Acosta que ha sido noticia por su despido este año, asegura que la cesantía laboral del otrora Autoconvocado constituye “un hecho injusto” que no se le renueve contrato después de que casi ha estado cuatro años desempeñándose en la administración pública, desnudando “motivaciones políticas”: “Un hecho injusto que se manifiesta genera una revisión de la situación de más de un empleado en condiciones laborales precarias”, plantea.

 

Sin cuestionamientos

En definitiva, para Lucero se puso de manifiesto, con la aprobación de este presupuesto municipal, que no hubo cuestionamiento a la diagramación propuesta por esta gestión: “En general están de acuerdo con la distribución de partidas y por ende con la política de Selva desplegada en números, sin mencionar que en algunos casos se aprobó en general un monto menor y luego en particular se terminó avalando el total de casi 46 millones de pesos”.

También desde el ARI Autónomo el bloque marca que no se planteó tampoco desde la oposición mayoritaria una visión integral: “Con los mismos remiendos a que apeló el Ejecutivo se podaron algunas partidas para conceder por ejemplo un monto para la emergencia médica por accidentología, algo sin duda necesario pero que aislado de un contexto no es más que otro parche”, critican.

Además hablan de que hubo “acuerdos tácitos” para respetar el número de la planta política y los gastos de representación del intendente que constituyen un 15% de su sueldo: “No hubo pronunciamiento, excepto el de nuestro bloque para que se incorporaran al básico las sumas que actualmente percibe en negro el empleado municipal”, amplía.