Desde este mediodía nuevamente los mercedinos asesinados y desaparecidos por la dictadura militar que asoló al país entre 1976 y 1983 tienen su placa recordatoria. Fue repuesta en el día de la Memoria y en el marco del acto principal organizado por la Comisión Municipal por la Memoria.

En principio en el acto hubo lugar para el reclamo de aparición con vida de Julio López. “Para ser consecuentes con nuestras consignas de memoria, verdad y justicia exigimos el juicio y castigo en cárceles comunes a todos los genocidas y sus cómplices”, comenzó diciendo Mabel Riveiro e invitó a entonar las estrofas del Himno Argentino.

Luego hubo palabras a cargo de Maria Elena Puricelli de Bojorge, que dijo que la memoria obliga a recordar el 24 de marzo de 1976 cuando las Fuerzas Armadas abrieron “el capítulo más negro” de la historia del país “instalando el terrorismo de Estado”. Refirió la disolución del Congreso y la prohibición de las actividades políticas y gremiales, y que entre las metas del Proceso de Reorganización Nacional se hablaba de la tradición nacional, la dignidad del ser argentino, y la iglesia cristiana: “Era el anuncio de un plan criminal, del exterminio de personas más brutal. Las víctimas no fueron elegidas por capricho, sino que respondían al objetivo de eliminar toda oposición al proyecto político y económico establecido”, dijo y describió que el terror fue implantado desde el mismo Estado con los delitos más atroces. “El plan de exterminio fijado incluyó una nueva figura del horror: la del desaparecido. Fue así como miles de personas fueron secuestradas y recluidas, en campos de concentración clandestinos, torturadas y asesinadas”, amplió y luego destacó que golpearon puertas de comisarías y cuarteles como familiares y se reunieron en movimientos de Derechos Humanos, que lograron reconstituir el accionar de los grupos de tareas y no cesaron en su reclamo de justicia. En este sentido recordó el juicio a las juntas y también a las leyes de impunidad, punto final y obediencia debida, indultos y decretos presidenciales.

Extracto de las palabras de María Ester Puricelli durante el acto

Dijo que para ella era un día muy particular, expresando el sentir de quienes de manera directa sufrieron el atropello, el arrebato y la pérdida de un hijo o un ser querido: “Desde nuestro lugar de familia nada fue fácil, pero mucho más difícil y angustiante fue enfrentarnos a la realidad, conocer e imaginarnos el dolor, los tomentos y los padecimientos a los que fueron sometidos nuestros 30 mil desaparecidos. Hoy con mucha emoción y un sentimiento ambivalente puedo decir que hace muy pocos días recuperamos el cuerpo de nuestra hija Stella Maris, tras largos años de búsqueda”, amplió y agradeció la solidaridad de varios testigos, el apoyo de distintos organismos de DDHH, el trabajo “constante y de alto valor científico” del Equipo Argentino de Antropología Forense.

Por su parte, y en la continuidad del acto, Mabel Riveiro comentó que se repondría la placa robada y que había sido colocada en 1996, agradeciendo al intendente Carlos Selva, que estuvo presente junto a algunos funcionarios, por la misma.

A continuación algunos integrantes de la Comisión llevaron adelante la colocación de la nueva placa, construida en un material acrílico a diferencia de la anterior que había sido robada hace poco, y era de bronce.

Por último, se mencionó a los desaparecidos y asesinados mercedinos: Abdala José, Agosti Carlos, Bojorge Stella Maris, Cardinal Carlos Martín, Carnaghi Carmen María, Cirullo Haydée Rosa, Reverendo Pedro Dufau, Falabella de Abdala Susana Victoria, Gatica Carlos Martín, Goicochea Luis Eduardo, Heredia Francisco, Iriart Amer Francisco, Reverendo Alfredo Kelly, Reverendo Alfredo Leaden, Ojea Quintana Esteban, Ojea Quintana Ignacio Pedro, Pankonim Enrique, Passadore Jorge, Piccardi Félix, Révora de De Pedro Lucila, Riveiro de Goiciochea Adriana Teresita, Tillet Carlos Miguel, fueron los nombres mencionados y tras cada uno de ellos el público dijo “presente”.