Nora Biaggio, dirigente nacional del Partido Obrero, pasó por la ciudad de Mercedes para conversar con los periodistas y exponer sobre la situación nacional y el balance del conflicto entre los sectores del gobierno y el campo. A la vez, cuestionó la “sojización” y la pretendida implementación del biocombustible, marco en el que Argentina sería una potencia productiva. Biaggio, además, pasó por la ciudad con el objetivo de orientar un plenario del Partido Obrero.

“Los trabajadores una vez más volvemos a ser víctimas de la crisis que los sectores patronales y el gobierno provocan. Se está desenvolviendo una política de tarifazos que unida al proceso de carestía de los alimentos se transforma en un infierno para las condiciones de vida. En el último mes un millón de personas ha sido incorporado a quienes están por debajo de la línea de la pobreza. El gobierno de los Kirchner está agotado, ahora que a nivel del mercado mundial hay dificultades se achica la recaudación y nuevamente los trabajadores volvemos a ser golpeados. La riqueza se repartió en forma de subvenciones a los grandes capitalistas y los sueldos nunca estuvieron acordes a la canasta de vida. Se creó empleo en negro y los trabajadores son utilizados como variables de ajuste, hay suspensiones, despidos y vacaciones adelantadas. En el choque entre el campo y el gobierno, los trabajadores no lograron presentar una perspectiva propia, pero ahora cuando queda claro que el beneficio al campo no ha resuelto ninguno de los problemas comienza una situación diferente con conflictos muy profundos de la clase obrera”, dijo y comentó las luchas de Fate, Ecotrans y de los docentes, entre otros sectores obreros.

“El kircnerismo nunca pensó cómo resolver la situación de los trabajadores, permite el trabajo precario o en negro y dio enorme cantidad de subsidios a los empresarios, disminuye el sueldo de los obreros y los trabajadores tienen que aportar más para las jubilaciones”, amplió la dirigente del Partido Obrero y marcó la llamativa represión que se dio en Córdoba. “Los problemas no se resuelven con la variante nacionalista kirchnerista ni con la derecha del campo que explota a los trabajadores. Nosotros debemos discutir cómo elaborar una salida propia que establezca la nacionalización del comercio exterior, de los puertos, y pasemos a discutir cómo se reabren las paritarias y se establece un sueldo acorde a la canasta familiar. Los sueldos deben aumentar cuando aumentan los precios. Acá se necesita una gran huelga general”, agregó y sumó los problemas en los salarios de los jubilados, que no tienen relación con los sueldos de los trabajadores en actividad.

Por otra parte, sobre los pactos entre Cristina Fernández, Chávez y Lula, dijo que estos tienen que ver con un bloque que constituyen y que busca “garantizar negocios mutuos”: “Chávez plantea la necesidad de una relación con el kirchnerismo para establecer un poder mayor en Venezuela, en referencia a los hidrocarburos. En vez de echar a los imperialistas de los directorios de las empresas de Venezuela, mantiene una relación equilibrada. Y los Kirchner utilizan la figura de Chávez para confundir. El costo lo paga Chávez porque compra los bonos del gobierno y la deuda que contrae se hace a costo de las condiciones de vida de los trabajadores venezolanos”, destacó Biaggio, en su paso por la ciudad de Mercedes.

No a los biocombustibles
Argentina está posicionada como una fritura potencia mundial en cuanto a la producción de biocombustibles. En ese marco, la dirigente obrera expresó duras críticas.

“En este conflicto del campo no hay que dejar de denunciar que este negocio de la soja está totalmente fuera de lo que significa una perspectiva alimentaria. La soja que se utiliza, la transgénica, es manifiestamente no apta para el consumo humano. La sojización, el único sentido que tiene aparte de la enorme ganancia para los que arrendan los campos, es para usarla como forraje por un lado o para los biocombustibles. Mientras transcurría el conflicto entre el campo y el gobierno, los Grobocopatel avanzaron enormemente en la zona de Carlos Casares en el desarrollo de las empresas de producción de biocombustibles. El biocombustible es contrario a las necesidades del conjunto de la humanidad, se hace a costa de la producción de granos para el alimento. Sería el caso claro en que el desarrollo tecnológico es contrario a la humanidad. Todos sabemos que hay otras energías alternativas que no se hacen a costa del alimento, y sí con el aire, el sol, el agua o la basura. Hay otras opciones, pero el capitalismo apela a lo que es más rentable hoy y no piensa en el mañana. Chávez en sus negociaciones, con la compra de estos bonos, tiene que ver con negocios combinados para la instalación de empresas de biocombustibles en Venezuela”, completó Biaggio.