A cargo del Movimiento por la Paz y la No violencia de Mercedes el lunes 8 de septiembre comenzaron los talleres. El primer colegio fue el Santa María, y de los tres encuentros que tuvieron lugar en horas de la mañana participaron más de 100 jóvenes de 1º, 2º, y 3º de ESB así como de 1º, 2º y 3º de Polimodal.

Los talleres estuvieron coordinados por los jóvenes miembros del Movimiento Eugenia Colao, Nicolas Farías, Cristian Moleres, Francisco Babino y Antonella Chávez; acompañados por la licenciada Débora Lacasa, también miembro del Movimiento por la Paz, así como también por las directoras y los docentes del colegio que estuvieron presentes en el desarrollo de los mismos.

Bajo esta dinámica los jóvenes pudieron expresar lo que sentían en relación a la violencia haciendo hincapié, en muchos de los casos, en la necesidad de revalorizar el diálogo como medio para evitar llegar a situaciones violentas, diálogo al que reconocen como difícil de llegar por que implica “tener que salir de mi posición, reflexionar y siempre la violencia es el camino más fácil por que no me exige esfuerzo de escuchar ni de cambiar”.

Esta falta de diálogo es reconocida en todos los ámbitos, no sólo en su vida cotidiana. Los más chicos expresaban con toda claridad los límites del diálogo: “Si el otro me pega, yo ¿qué voy a hacer? Le pego, no voy a quedar como un cobarde”.

La violencia se ha transformado en una forma de relación que excluye cualquier posibilidad de diálogo. “Los demás no piensan así y me van a pegar igual, aunque yo no quiera pelear”.

También visualizaron la mala calidad de las conversaciones que están permanentemente mediatizadas por el uso del celular o de internet, lo que lleva a que se pierda el cara a cara en el ver gestos y escuchar la voz con todos sus matices. 

Aun cuando mostraron cierta sensación de impotencia con relación a cambiar el clima de violencia en el que sienten que viven pudieron imaginar y plantear algunas estrategias que van desde encuentros con otros jóvenes, hasta pactos entre amigos de no cargadas ni insultos como forma de no irritar al otro y no pelear.

Todo quedó plasmado en coloridos afiches que muestran todo el potencial de los jóvenes, lo que hace pensar en lo acertado de trabajar con ellos en la búsqueda de un mundo mejor.