Tras casi dos meses de estar cerrada y luego de un incendio que arruinó buena parte de su caudal de ejemplares, la Librería Chelén finalmente volvió a abrir sus puertas, y tal cual habían anticipado en el mismo momento de zozobra y cuando aún no se conocían las consecuencias totales del sinistro sufrido por un cortocircuito, se ve mejor que antes.

Esta semana Chelén volvió a abrir sus puertas: “Se ve más luminoso y la idea fue rescatar la cuestión del fuego, las llamas y no las cenizas, para no conectarnos con lo negativo: nosotros dijimos que hay otra llama y es la fuerza viva de la voluntad para seguir, por eso pintamos todo de blanco”, contó Marcela Bianco, responsable de la librería tradicional de Mercedes, que se ubica en la calle 24 entre 25 y 27.

Para la comerciante, no hay mucha experiencia positiva en el problema, si no que considera es más bien un retraso para los logros: “Yo nunca he encontrado muchas virtudes en lo negativo que le pasa a la gente, creo que es algo que uno tiene que pasar y no me parece que uno quede fortalecido de todos estos inconvenientes, que creo que son achaques más que formación para el espíritu. Fue una experiencia, y en esta nueva etapa tratamos de funcionar con la misma cantidad de volúmenes, y para eso las editoriales han sido de gran apoyo y nos han cambiado los libros destruidos, por lo que el 70 por ciento de lo que hay acá es nuevo y recién llegado. Nos falta tener algunos títulos, pero igualmente se traen por encargo, y estamos luego de 52 días de negocio cerrado reacomodándonos”, comentó, marcando, por último, que en el rubro libros hubo un 20 por ciento de aumento en los precios.