“Alketa – Alejandra – Davala – Mahedi – Sankou, 5 refugiados + 5 fotógrafos + 5 miradas” se llama la exposición de fotografías en la que participarán dos integrantes del staff de fotógrafos colaboradores de este medio, Gisela Vola y Nicolás Pousthomis, ambos, a su vez, como parte de la Cooperativa Sub y junto a 3 de sus compañeros de trabajo, en una labor apoyada por Naciones Unidas que se podrá apreciar en el espacio del Centro Cultural Jorge Luis Borges desde el 25 de septiembre próximo a las 19 horas, que será la inauguración. La sala de exposiciones será la número 25 del segundo piso, en el edificio de Viamonte esquina San Martín.

Esta nueva muestra de fotografías de la Cooperativa Sub, que recientemente publicara su libro “Cumbia”, tiene un carácter particular y es apoyada por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.

El ACNUR es la agencia de Naciones Unidas que se encarga de proteger y asistir a más de 32 millones de personas que se vieron forzadas a abandonar sus hogares por ser perseguidas debido a sus ideas políticas, su pertenencia a determinado grupo social, su etnia, religión o sexualidad. Desde 1965 el ACNUR está presente en Argentina, donde actualmente viven refugiados de más de 60 países de África, América, Asia y Europa. En el país, tiene dos funciones principales: asesorar al gobierno en cuanto a la aplicación de la Convención de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados, y trabajar junto con la sociedad civil y con los refugiados para facilitar su proceso de integración en el país.

A lo largo de los años, el ACNUR se ha destacado por hacer de la fotografía una herramienta fundamental para dar a conocer la situación de los hombres, mujeres y niños refugiados alrededor del mundo, como también la labor de los trabajadores humanitarios, con la colaboración de fotógrafos de relevancia internacional como Sebastián Salgado. Sin embargo, hasta el momento no se había realizado ningún trabajo que documentara la vida de los refugiados viviendo en Argentina.

“Conscientes de que muchas veces se suele pensar al refugiado como una persona lejana viviendo en un campo en algún lugar de África, comenzamos a pensar la exposición como una oportunidad de mostrar que aquí también hay refugiados, y que viven en la ciudad como cualquiera de nosotros. Nos impulsó la idea de brindarles a los refugiados un espacio para contar sus historias, saber qué hacen y en dónde viven, mostrar sus objetos, sus motivos de alegrías y de tristezas. La premisa fue que ellos mismos, a través de las imágenes, nos contaran su vida en Argentina; la exposición es una manera de conocerlos”, aclaran desde el ACNUR.

Para la realización de la muestra convocaron a la cooperativa de fotógrafos SUB, entusiasmados con la idea de realizar un registro íntimo, cotidiano y detallado de refugiados viviendo en Argentina. “Invitamos a cinco refugiados provenientes de países diversos dispuestos a contarnos cómo es su nueva vida. Cada uno trabajó durante meses con un fotógrafo, relacionándose de modo diferente con la cámara. Cada fotógrafo adoptó una mirada especial, provocada por las características particulares de la persona con la que trabajó. En esos cruces se ubican las imágenes. También de eso se trata la muestra”, aclaran.

Fotógrafos y refugiados
Los fotógrafos participantes son 5, todos de la Cooperativa Sub. Cada uno de ellos se ocupó de fotografiar situaciones de la vida de uno de los refugiados en particular:

• Ignacio Smith retrató la vida de Aejandra, quien llegó hace unos años a la Argentina escapando de su Colombia natal. Ignacio Smith intentó una aproximación intimista a su vida diaria en su proceso de integración a una realidad diferente.

• Sebastián Hacher se ocupó de Davala, un joven refugiado llegado desde Nigeria con apenas 18 años y muchas ganas de convertirse en una estrella de hip-hop. Sebastián Hacher eligió trabajar desde su vida cotidiana utilizando el contraste de colores, la saturación y diversas texturas que remiten a cierto espíritu afro.

• Gisela Volà puso su lente en Ketty, quien viene de Shqiptare, un pintoresco pueblo de Albania, huyendo de una profunda crisis de su país que ya había comenzado a afectar a toda su familia. La relación que Ketty mantiene con ambos países ha inspirado a Gisela para trabajar a través de dípticos, dos imágenes unidas y contrapuestas que describan los sentimientos de pasado y presente de constante presencia en ella.

• Nicolás Pousthomis se encargó de Sankou, un refugiado senegalés que desde hace 10 años reside en Argentina. Vive en Quilmes con su mujer Marie y sus hijos Isa, Mohamed y la recién nacida Marlene. Trabaja en una fábrica de papeles para cubrir paredes en un horario flexible e imprevisible. Las fotos de Nicolás Pousthomis son en blanco y negro: una mezcla de todo lo que rodea a Sankou: el conurbano, la solidaridad, una familia grande, amigos, música africana, fútbol; un espacio reducido pero donde todo cabe.

• Nancy Lucero centró su labor en Mahedi, un solicitante de asilo de Bangladesh que vende juguetes en la calle Florida y en el barrio de San Telmo. Se siente bien en Argentina y quiere quedarse a vivir aquí, formar una familia y trabajar como técnico en informática. Al escucharlo impresionado por las grandes y poco pobladas extensiones argentinas, Nancy Lucero optó por fotos panorámicas que reflejen el ambiente en Mahedi y el asombro con el que habita esos grandes espacios.

Una misión
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) fue creado en 1950 después de la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, ha ayudado a unas 50 millones de personas. Actualmente vela por los derechos de aproximadamente 33 millones de refugiados en el mundo. Por su labor humanitaria fue reconocido con el Premio Nobel de la Paz en dos oportunidades (1954 y 1981).

Esta muestra que se inaugura el 25 de septiembre en el Borges y tendrá su cierre el 9 de octubre es organizada por ACNUR, siendo sus sponsors la Subsecretaría de Derechos Humanos, el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, e Intercolor.