Desde el Concejo Deliberante se prevé realizar un homenaje por el dirigente político y luchador popular Fernando Tornatore, militante del Partido Obrero fallecido recientemente. El rumor se confirmó este viernes, cuando se supo de boca del edil de la Coalición Cívica, Luis Colao, la novedad: “Vamos a pedir la palabra en la sesión del lunes para que se haga un homenaje por la desaparición física de Fernando Tornatore, un militante social y político”, informó el edil. La sesión se realizará este lunes a las 19 horas en el primer piso del Palacio Municipal.

Tal cual comentan sus compañeros del Partido Obrero local en el último número de la Prensa Obrera, su muerte fue “inesperada”. “Todavía esperamos ver al gordo trayendo la Prensa o llegando con alguna idea, alumbrada la noche anterior (Fernando solía no dormir de noche) para resolver tal o cual problema”, sostienen.

“El Gordo fue pura política desde muy chico. Los años 70 lo habían marcado profundamente. Creía que ser peronista para un niño de esa época era un hecho natural. Más adelante, en los 80, siendo un militante sui géneris del Ateneo Eva Perón, leía a Marx, Lenin, Trotsky, lo cual lo había puesto con un pie afuera”, agregan.

“Su primer acercamiento al partido había sido en la UBA, siendo estudiante de Sociología, donde había tenido contacto con la UJS. En esa época, ingresó a trabajar en Tribunales de Morón. Pero todavía no era un militante pleno. Fueron los hechos de La Tablada y la posición del PO lo que lo convencieron de que este era el Partido”.

“Fernando era un intelectual, sin dudas. Todos nosotros podemos dar testimonio de haber pasado con él horas de charla en bares sobre literatura, arte en general, básicamente sobre política, en nuestra juventud. Pero fue el partido lo que ayudó a transformar esa intelectualidad en acción. Así, la capacidad se fue poniendo al servicio de la Revolución. Los años 90 y la lucha contra el menemismo lo encuentran siendo un actor partidario fundamental, ya de vuelta en Mercedes.  En 1997 se encarga de orientar una gran camada de la UJS que conformó los centros de estudiantes de la Escuela Media 1, Normal y Técnica 1. Es en los 2000 que Fernando se pone al frente del comité Mercedes, responsabilidad que había asumido con una seriedad inédita.  Era quien seguía las cuestiones internacionales, llevando a cabo charlas sobre la situación en Oriente o en Latinoamérica. Esta faceta lo apasionaba”, apuntan.

“Pero también podía preparar intervenciones con respecto a la historia del movimiento obrero. Su última intervención en este terreno, fue en el Profesorado de Mercedes Nº 7, en el marco de los 30 años del Mayo Francés, en donde a diferencia del análisis de los ‘intelectuales’ del régimen, analizó las jornadas parisinas desde el marxismo, lo que le valió un gran reconocimiento de los estudiantes y profesores, por su claridad en la explicación de los procesos y su capacidad de relacionarlo con el contexto de crisis actual del sistema capitalista”, agregan.

“Por su trabajo, no tenía frente propio (era ordenanza judicial y por trabajar de noche no se veía con sus compañeros). Últimamente se había convertido en una especie de dirección itinerante que con su bicicleta iba enhebrando los distintos equipos y frentes. Charlando con todos.  En algún sentido, él era el partido, en esta etapa. Solamente él conocía la problemática de cada frente y tenía en su cabeza una política para cada uno. Por su flexibilidad horaria en su trabajo estaba en todas las actividades partidarias, volanteos, pintadas, etcétera”, dicen.

Además sus compañeros de militancia recuerdan que Fernando había participado, “poniendo el cuerpo a la represión”, durante el desalojo de la Clínica Cruz Azul, y durante el acampe posterior, lo cual le había permitido trabar relación con varios compañeros. “Fue el arquitecto de la construcción de la lista de oposición en ATE, frente que permitió que el partido entrara en contacto con decenas de trabajadores auxiliares de educación y municipales. En el marco de la lucha de los municipales de Mercedes había jugado un rol destacado. Su presencia en reuniones, asambleas y marchas era constante. Su orientación era permitida y en muchas ocasiones llevada adelante por los compañeros. Lo mismo podemos decir de docentes, la UOM, la lucha contra el peaje y otros frentes. Allí estuvo el Gordo siempre. Incluso recibiendo la agresión física y enfrentándose con la burocracia del cuero durante una volanteada, hace sólo unos días. Con Fernando se va un pedazo grande de la historia del PO de Mercedes. Perdemos un compañero irreemplazable, un revolucionario verdadero, un gran tipo, un amigo”, completan.

Formador y guía
Por su parte, Pablo de Marco, de la UJS, destacó que Tornatore fue quien “guió” a los jóvenes de izquierda de Mercedes. “Había ingresado a nuestra organización luego de una militancia en la Juventud Peronista. Militó en la UJS de Sociales en la UBA, después en Judiciales. Ya como responsable político del Partido, se encargó de estructurarlo y de ayudar a su desarrollo en la zona (Luján, Suipacha, San Antonio de Areco, Zárate, y otras). No había acción política que no lo encontrara, pero era también el compañero que descollaba por su capacidad de análisis para caracterizar las situaciones políticas. Así se convirtió en una figura de relieve para nuestra organización”, destacó De Marco.
“Lo había conocido en el año 97, en medio de las luchas piqueteras y de la toma de Atlántida. Fue el primer compañero que conocí del PO. Fue quien nos guió en la UJS, en la organización de los centros de estudiantes, quien dictó los cursos de formación. No sólo se fue un revolucionario, se fue un amigo”, marcó.

Fernando Tornatore en el recuerdo de su amigo, el dibujante Mauro Parodi