“Esa semana llegó el calor. Llegó a La Plata, con los primeros síntomas del verano, y también a las islas, donde pudimos dar calor a nuestras almas, que guardaban el frío de veinticuatro años de dolor y espera”. El 11 de noviembre de 2006, cuatro ex combatientes –entre ellos un mercedino– volvieron a pisar suelo malvinense. Los cuatro residen en La Plata y pertenecen al CECIM (Centro Ex Combatientes Islas Malvinas), allí tuvieron referencia de lo “sanador” de la experiencia de volver a las islas, armaron el viaje, y partieron en busca de aquello que calmara –al menos– el dolor que por veinticuatro años llevaron en el alma.

El viaje era –lo supieron apenas llegados a las islas– indispensable para cerrar cada una de sus historias; el viaje fue encontrarse con el pasado para volver distintos, mejores, más sanos a su cotidianeidad. Un viaje, un reencuentro, cuatro historias, una historia que se resume en las páginas de “La lluvia curó las heridas – Viaje a las Islas Malvinas”, el libro que Gabriel Sagastume acaba de publicar y en el que relata –como en un diario de viaje–, la experiencia que junto a Raúl Pavoni, Luis Poncetta y Oscar Ibarguren vivió en su regreso a las Islas.

Cada tramo que recorrieron ya hombres, los devolvía a esos días en los que, adolescentes aún, fueron empujados a una guerra más absurda que cualquiera y por lo mismo más cruel. Sagastume logra que el lector vuelva a los fríos días del ’82 a través de su relato (“Como tantas otras veces, el pasado se mezclaba con el presente y me llevaba de nuevo allí”), en el que intercala pasajes de su viaje con hechos de la guerra. Quizás eso haga de “La lluvia curó las heridas”, un libro revelador. El autor se despoja de mensajes “políticamente correctos” para desnudar aquellos días y reivindicar el coraje de algunos y la cobardía de otros.

El texto, de tramos descriptivos unos y conmovedores otros, construye un imaginario túnel del tiempo por el que el autor guía al lector y lo conduce de uno a otro extremo casi imperceptiblemente. “Salí del pozo, lo rodeé, y me senté abajo, en el frente, mirando al “enemigo”, y lloré como un niño desconsolado”.

Como bien resume el prologuista Edgardo Esteban, “debemos enfrentarnos con ese pasado, es una asignatura pendiente que aún muchos tienen. Es un aporte más al conocimiento y al saber de una experiencia crucial para los argentinos. Este libro es un desafío al futuro que nos marcará como nuestros hijos, una mirada llena de esperanza, apostando a la vida. Sin dudas que estas páginas nos hacen dar cuenta lo importante que es la vida. Por la vida”.

La presentación del libro de Gabriel Sagastume se llevó a cabo en la sede de la Asociación Judicial Bonaerense, calle 50 Nº 712 de La Plata, el viernes 28 de marzo de 2008. Sagastume y sus compañeros de viaje, comprometieron su presencia en la ciudad de Mercedes, y este viernes 3 de octubre a las 19.30 horas estarán en el salón del primer piso del Palacio Municipal, en avenida 29 entre 24 y 26.