Una de las discusiones de las comisiones de trabajo que con diferentes temáticas se reúnen semanalmente en el Concejo Deliberante, entre medio de las sesiones ordinarias, es el de la solicitud de un particular para la reinstalación del bar y despacho de bebidas en avenida 29 y 32, que era conocido tradicionalmente como Almacén Laurino.

Por estos días se estudia la posibilidad de que se otorgue una excepción para el funcionamiento de un emprendimiento en avenida 29 y 32. “Este es uno de los temas que llegó desde el Ejecutivo, y si bien no es una excepción desde lo formal es una ampliación de rubro, porque lo que se quiere hacer es una almacén, confitería de estar con despacho de bebidas. Esto ampliaría el rubro a las posibilidades que existen en la zona, que es la R1 y no prevé este uso”, comentó el ingeniero Marcelo Denápole, presidente del Concejo Deliberante.

“Se quiere rescatar por un lado un comercio de índole tradicional como era el Almacén Laurino, que luego perdió sus posibilidades de derecho adquirido porque ha pasado un tiempo y cambió la ordenanza de zonificación”, amplió, y sobre la idea del emprendimiento, dijo que es “de tipo tradicional y orientado a gente adulta”. El caso es que el Departamento Ejecutivo elevó el tema al Concejo y allí está en la comisión de Planeamiento, que ya tuvo una reunión con los interesados en poner este negocio en 29 y 32. “Ellos están apurados porque ya han hecho inversiones importantes. Es bueno que salga en los medios este tema, porque hasta no tener las factibilidades de los lugares no hay que hacer inversiones. Ha pasado muchas veces que se han hecho, por ejemplo, excelentes granjas avícolas en una zona pueblo, como en los casos de Altamira”, dijo el concejal.

Por otra parte, según Denápole, la habilitación necesita de la factibilidad y para conseguir llegar a esta se debe transitar aún un poco de camino. Por lo pronto ya se escuchó a una de las partes y se quiere escuchar a la otra, que son los vecinos: “Convocaremos a los vecinos de la zona a la Comisión. Invitaremos a los que están en la zona de 29, de 30 a 34; y 32 de 27 a 31”, dijo y explicó que están evaluando el tema, y hay varias posturas, con gente que está a favor y otra en contra.

Entre lo positivo está que se piensa recobrar un lugar de tipo tradicional. “Hay idea de rescatar a los sitios tradicionales e históricos, de una manera activa, tenerlos funcionando. Esa es una idea que en la Comisión de Planeamiento se ha dado, porque si no los edificios históricos terminan siendo esqueletos muertos que se van destruyendo al no tener un aprovechamiento económico de los mismos. Además Mercedes necesita tener varios lugares atomizados, con pocas personas, y no pocos lugares con muchas personas sobrepasando las capacidades posibles. Eso hace que los lugares sean más tranquilos”, según Denápole.

Pero, por otro lado, se teme que en la zona R1 haya problemas si es que las molestias llegasen a los vecinos, sobrepasando los límites de la parcela en lo que hace a cuestiones sonoras o impactos negativos en cuanto orden. “Estamos ante una decisión que tenemos que hacerla de la forma más adulta posible y no livianamente. Si decimos que sí podemos afectar a la zona que no está de acuerdo, y si decimos que no por ahí estamos afectando los intereses de quienes están invirtiendo y coartando la posibilidad de recuperar este espacio tradicional”, completó Denápole sobre la disyuntiva.