No hay control de ningún tipo, no hay educación, no hay respuestas. En la ciudad de Mercedes en materia ambiental –tal como se viene insistiendo– se necesita un cambio importante. En la semana que pasó la directora de Salud reconoció el problema existente y eso es positivo, pero en la calle se advierte a cada paso que la falta de un rumbo correcto en materia política en el tema es crucial, y para muestra de ello basta con mencionar lo que se puede encontrar, arrojado en cualquier lugar. En este caso, montones de plásticos derivados de estructuras comerciales, esta mañana, en medio de avenida 29 al paso de la gente y los automóviles, motos y bicicletas, entre la vereda y la calle, cerca de la esquina de 32 y frente al ex Almacén Laurino.

Lo grave es que la solución a este tipo de arrojos se pensó en un momento, según parece, en la utilización de volquetes, que una empresa por lo que se supone comercializa. Aunque este tema es objeto de cuestionamientos ya que se ha denunciado reiteradas veces que el contenido de esos recipientes se vuelca sin ningún miramiento, tratamiento o control, en cavas de la ciudad y la zona, que están siendo utilizadas como basurales clandestinos. Ejemplo de esto es el caso de la ubicada en avenida 40 y 113, en la que incluso se registraron importantes quemas.

Y qué es lo que pasa con las incineración de residuos, justamente, es una de las cuestiones que explicó en la conferencia que dio para docentes, invitado por la Dirección de Salud y su Oficina de Saneamiento Ambiental, el licenciado Omar Malpartida, que mencionó como terribles la incineración de gomas, plásticos y aerosoles, “por citar sólo algunos” de los elementos que incluye la basura: “Estos tóxicos se hacen respirables, se difunde al quemarlos dioxinas y furanos. Todos los plásticos y polímeros tienen moléculas de cloro, que forman las dioxinas y furanos”, insistió y marcó la responsabilidad de estos en la aparición de cáncer.

En este caso el volquete, como se aprecia en la foto, estaba en la mano de enfrente. Pero los hay por toda la ciudad, generalmente en obras de construcción (rubro en auge) y en ellos se puede arrojar cualquier cosa.

La falta de control, educación y respuestas hace, además, que las denuncias que se realizan por distintos atropellos caigan, de momento, en saco roto. Esta mañana en la oficina de Control Urbano del municipio se detalló el suceso que da sentido a este artículo periodístico por parte de un legislador comunal.

Es evidente que se necesita un cambio de paradigma. Porque la pregunta es no sólo adónde irán esos plásticos, sino también para qué usarlos. Es positiva, por ejemplo, la iniciativa de prohibir las bolsas en comercios, pero de momento no alcanza ya que también se requiere una educación y concientización de la gente sobre los “envases” y “envoltorios” casi siempre inútiles, ya que estos van a descarte directo y no son necesarios más que para una “belleza siniestra” que portan todos los objetos de consumo.

Mucha basura contaminante en avenida 29 casi esquina 32