Monseñor Agustín Radrizzani realizó varias ceremonias importantes por estos días. Por un lado participó de una misa celebrada ayer en la ciudad de Junín para la asunción del Padre Mosca es nuevo párroco de San Ignacio de Loyola, con la presencia del intendente de esa ciudad, Mario Meoni. Por otra parte, presidió la misa exequial por el eterno descanso de monseñor Delfino Raúl Nicola, quien falleció el pasado 5 de febrero, y esto fue en la Iglesia San Luis Gonzaga, de Mercedes.

La asunción del padre Claudio Mosca fue narrada en detalle en “La verdad on line”, periódico digital de la localidad bonaerense de Junín, que tiene su similar en una edición de papel y su salida estaría relacionada con el propio arzobispado de Mercedes – Luján, el que apoyaría estos emprendimientos comunicacionales.

Lo cierto es que se celebró ayer a las 20 una santa misa en la que el arzobispo Agustín Radrizzani puso en funciones al nuevo párroco de San Ignacio de Loyola, presbítero Claudio Enrique Mosca, y al vicario parroquial, padre Leandro Soriano, en una ceremonia a la que asistieron, entre otras, autoridades municipales encabezadas por el intendente Mario Meoni, además de delegaciones religiosas y de laicos de varias ciudades de la provincia.

Mosca, que proviene de ejercer su ministerio pastoral en la Iglesia “Cristo Redentor”, reemplazó en el cargo a monseñor Armando Rosido, a sus 75 años, fecha límite que fija el derecho canónico para cumplir sus tareas como párroco. Radrizzani resaltó la misión de párroco que llevará adelante el padre Mosca, y agradeció de corazón los años trabajados por monseñor Rosido y sus colaboradores, los padres Hernán y Leandro, además de religiosas, religiosos y laicos que “fueron construyendo día a día la vida de esta querida comunidad”.

En otro orden de temas, y tal cual cita la agencia AICA, el arzobispo Radrizzani presidió la misa exequial por el eterno descanso de monseñor Delfino Raúl Nicola, quien falleció el pasado 5 de febrero a los 91 años. Fue en la iglesia San Luis Gonzaga, de Mercedes, concelebrada por más de 20 sacerdotes y con la participación de gran cantidad de fieles. Su deceso se produjo en el Hogar San José de las Hermanas de los Pobres Desamparados, donde era capellán. Durante la homilía, el prelado diocesano dio “gracias a Dios por el ejemplo de padre y pastor de monseñor Nicola”, y destacó, entre otras muchas cualidades, que fue “un gran catequista y un gran confesor” y entregó un “fuerte testimonio de vida austera, de servicio y de alegría”.

Monseñor Nicola nació el 31 de diciembre de 1917 y fue ordenado sacerdote el 20 de diciembre de 1941. Pertenecía al clero secular de la arquidiócesis de Mercedes – Luján.