Mientras el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) justifica por estas horas el levantamiento de la clausura a la curtiembre Curtarsa, en Jáuregui, y asegura a través de una nota concedida al bisemanario El Civismo que “tiene controlada a la empresa”, se sigue discutiendo la influencia de la contaminación que genera esa industria en la población cercana y el medio ambiente. En una entrevista el coordinador ejecutivo de fiscalización ambiental del OPDS explicó a los motivos de la decisión tomada por Provincia y no descartó que Curtarsa pueda obtener la autorización para utilizar el horno de secado de barros.

Es interesante en el artículo periodístico el espacio que gana la discusión de si de acuerdo a las leyes ambientales vigentes corresponde que Curtarsa esté ubicada junto a un pueblo. El funcionario reconoce que la empresa “estaba preestablecida con anterioridad a las leyes ambientales” y que “eso se reconoce dentro de la legislación ambiental. Hay que tenerla controlada para evitar que genere un impacto en la población. El año pasado hemos realizado cinco inspecciones en la empresa. La Justicia está investigando una posible infracción por contaminación. Tenemos controlada a la empresa. El municipio colabora en esto, y hay que mantenerla dentro de los márgenes para que no genere impacto en la población”.

Discusión sobre actividad de curtiembres
En este caso que generó además la imposición del poder de policía para la clausura por parte de la vecina ciudad de Luján sobre Curtarsa, se reconoce oficialmente desde e OPDS entonces la posible “contaminación” que se está investigando en la justicia por la actividad de la curtiembre de Jáuregui, y que tiene su resonancia directa también en Mercedes con el accionar denunciado de Magromer. Ambas plantas afectan con sus deposiciones industriales el río Luján.

En tanto y sobre curtiembres en el ámbito local, aún se espera respuesta a un pedido de informes de la UCR que pretende saber cuántas plantas de ese tipo hay habilitadas y funcionando en el Partido de Mercedes. “Las curtiembres producen desechos altamente contaminantes por lo cual deben merecer especial atención del Estado en su comportamiento”, afirmaba en los considerandos el concejal Juan Manuel Torres al respecto exigiendo informes sobre la ubicación de cada una de ellas, importancia de la explotación que realizan, tipo de controles que ejerce el municipio y su frecuencia, sobre el cumplimiento de la normativa aplicable en materia de medio ambiente. Además sobre la calidad y sistemas de derivación, en cada caso, de los efluentes que producen, y los controles en materia de inspección de seguridad e higiene y pago de las tasas correspondientes, su habilitación municipal y el control sobre la vigencia de los certificados de aptitud ambiental.