El arroyo San Jacinto es uno de los varios cursos de agua que con tributarios del río Luján, y que en su cauce reciben descargas contaminantes que terminan en la cuenca. En el partido de Mercedes se ha denunciado la aparición de peces muertos en este arroyo, y se supone que se debe a la influencia del descarte irresponsable de plaguicidas.

Desde “Amigos del Río Luján” se marcó la problemática de la contaminación reiteradas veces y esta es una más. En este caso, en el arroyo San Jacinto, que nace en la estancia de igual nombre y desemboca en el Río Luján, unos cuatrocientos metros antes de llegar al Parque Municipal “Independencia”.

El San jacinto era uno de los pocos afluentes –quizá el único– que aún se conservaba cristalino y con algo de vida acuática. Pero un par de meses atrás aparecieron peces muertos en su cauce y la razón se supone en la actitud de agricultores de la zona, que lavarían sus equipos fumigadores (con restos de plaguicidas) en este arroyo.

Lo que se preguntan los ecologistas en este panorama es si el municipio no podría adjuntar a las boletas de cobro de la tasa por conservación de la red vial, un folleto explicativo sobre lo “irresponsable y criminal” de lavar esos equipos en los cursos de agua, y sobre la manera correcta de tratar los remanentes de agroquímicos, sin poner en riesgo el medio ambiente y la salud humana.

Lo que apuntan, además, es que todos los años se repiten varios casos de este tipo.

Por último, y sobre el mismo arroyo vale decir que en sus cercanías se encuentra una fábrica productora de quesos que estaría arrojando sus efluentes sin tratamiento adecuado.