Esta mañana hubo un entredicho entre el abogado Alfredo Bani (ex asesor legal de la Municipalidad), y el intendente de Mercedes, Carlos Américo Selva. En uno más de los encontronazos en una larga historia entre demandante y acusado, hoy Bani fue nuevamente a buscar documentación relativa al estado de distintos expedientes, la que le fue negada y ahí se habría producido tal cual denunció el abogado un entredicho, con un nervioso Selva, que le habría hablado de una manera no muy cordial.

Lo cierto es que Bani pasado el mediodía reunió a varios medios ante la Mesa de Entradas en el Palacio Municipal, para testimoniar públicamente lo que sucedería, a la vez que fue acompañado por una escribana para que certifique que no le dejaban ver los expedientes. Así, contó ante los medios que todos los expedientes a los que hacen referencia sus pedidos son de empleados municipales y ciudadanos que están agotando la vía administrativa: “Esto es grave porque para determinadas acciones hay 60 días y para otras 90. Es la idea del intendente es perturbar la defensa de mis clientes y hoy me dijo personalmente que tenía que presentar una nota para ver tal o cual expediente”, comentó Bani.

Sobre el entredicho con Selva, lo definió como “otro acto de patoterismo, fuera de ley”. Aunque con la intromisión de la prensa y la divulgación de los entredichos en la mañana de hoy, al parecer se torció la negación y la voluntad: “Ahora hay un cambio de actitud y me van a mostrar los expedientes”, reconoció el abogado. “Ahora parece ser que todo se resuelve”, comentó y destacó: “Algunos pobres empleados se están escondiendo porque tienen miedo a ser sancionados y apretados por no cumplir el deseo de Selva”, objetando “persecución”, y se preguntó cuál es el criterio de trabajo, teniendo en cuenta que ha venido varias veces por la mañana dejando una lista con expedientes y no se le ha facilitado ninguno con el paso de las horas.

En un día complicado, que arrancó mal, Bani amenazó con la posibilidad de realizar una denuncia en la justicia de tipo penal por omisión a los deberes de funcionario público. En un clima de nerviosismo, por la mañana temprano se había encontrado con el propio intendente, que no lo trató bien: “El intendente debe haber dormido muy mal, se dirigió a mí con muy mal tono y me dijo que tenía que presentar una nota para ver los expedientes. El motivo final es que los tiempos transcurran, que los tiempos administrativos se agoten, y que mis clientes pierdan sus derechos”, se quejó el doctor Bani, quien estuvo en la entrada del Palacio discutiendo por la vista de los expedientes junto a una escribana lista para levantar un acta.