La problemática de la contaminación en Jáuregui, con la marcha de la empresa Curtarsa, sigue avanzando y los vecinos no encuentran respuestas ni en la provincia ni en la comuna. Parecía que se encontraba un camino distinto tras la última clausura del horno decretada por la intendenta de Luján, pero ahora se estaría volviendo a fijas cero una vez más, lo que genera el descontento.

Tal cual informó “Luján en Línea”, el miércoles hubo una importante reunión en la que la encargada de Ambiente del vecino municipio, Mariana Zaia, estuvo con la gente de Jáuregui. Estos se mostraron ofuscados con el accionar de la Municipalidad y la Provincia por la manera en que se está manejando la situación de la empresa Curtarsa.

Los vecinos, tal cual apunta el mencionado medio consideraron como “una burla” la reciente decisión de aprobar a Curtarsa para que continúe con las pruebas del horno de secado de barros. Algo que había generado un grave conflicto hace pocas semanas. “La provincia estuvo siempre empeñada en resolverle los problemas a la empresa y no a la gente del pueblo, y con el municipio estamos decepcionados porque se ha dado un paso atrás”, dijo Regina Palomar, una de las organizadoras de la reunión.

El encuentro fue en la sede de ALUCEC, y la mencionada funcionaria de la comuna intentó explicar a los vecinos los alcances de la habilitación, pero estas explicaciones cayeron en saco roto, ya que todos están más que cansados de tener un foco contaminante en medio de la localidad.

“No podemos permitir que ese horno se instale en Jáuregui, no podemos seguir pagando con nuestra vida y nuestra salud el abaratamiento de costos de la empresa”, dijo Regina Palomar.

La resistencia de los vecinos es firme y por eso pidieron una reunión con la Intendenta Graciela Rosso con la exigencia de evaluar la relocalización de la planta. Incluso se habla de que podrían realizar una movilización, una más con el descontento por el accionar de Curtarsa, una curtiembre que produce cueros de exportación y utiliza los recursos naturales como el agua de las napas con desenfreno y empobrece el ambiente cercano, llenando de olores tóxicos la zona poblada y arrojando distintos contaminantes que se lleva el río Luján.