En nombre del Centro Comunitario “Los Pampitas” y la Murga “Inundados de Promesas”, los jóvenes Nicolás Puliti, Sebastián Castro, Facundo Corado y
Santiago Bergerot solicitan colaboración para poder “transformar las ideas en hechos”. Tal cual comentaron, el año pasado se arrancó con la “Comunidad de los Socios Pampitas”, pero lo cierto es que no tenían una cobradora fija y se les complicó para cobrar regularmente las cuotas, por eso pidieron disculpas a todos los Socios por la desorganización. “Este año ya estamos preparados para darle efectivo cumplimiento a este proyecto que realmente nos va a ser de mucha utilidad. Por eso, te pedimos que te sumes a nuestra comunidad de socios”, apuntaron.

La idea es que todos los socios abonen una cuota mensual, para lo cual pusieron un precio estimativo de 10 pesos por mes, que serán retirados entre los primeros días de cada mes por el lugar que se indique. El precio es estimativo porque la persona que quiera colaborar con menos o con más lo puede hacer, sólo tiene que especificar el importe.

Para ser Socio Pampita hay que enviar un mail a lospampas@googlegroups.com, señalando: Nombre de la persona por quién tiene que preguntar la cobradora; dirección por donde se tiene que pasar a retirar el dinero; en caso de que el aporte no sea de $10 especificar el importe;  y si en una misma casa hay varios colaboradores, especificar el nombre de todos.

El “Centro Comunitario Los Pampitas”, que funciona en la calle 28 entre 61 y 63 del Barrio Marcheti (también conocido como La Pampa Chica) de la ciudad de Mercedes. Allí se realizan actividades alimentarias, recreativas y culturales destinadas a paliar las necesidades de unos de los sectores barriales más desprotegidos de la ciudad. Los días sábado al mediodía se les da de almorzar y los jueves la merienda, mechando con otras actividades complementarias como talleres, juegos y apoyo escolar.

Los Pampitas ahora son también “Inundados de Promesas”: “Es una murga que formamos con los chicos del comedor y con otros también del barrio que se fueron sumando para ayudarnos, nació primero como un sueño, se proyectó, se añoró y se acarició durante largos años. Pero cuando finalmente comenzó a forjarse se convirtió en protesta, en pedido de reconocimiento, en voz propia manifestada en música popular. El nombre que elegimos para la murga es la representación más cruda y directa de cómo se sienten, vale decir, inundados hace años, porque no sólo vienen de largas historias de lluvias en sus hogares sino también de promesas en sus cotidianeidades. Promesas, conocido recurso de los gobernantes a la hora de necesitar un voto, promesas que generan ilusiones que quedan irresolubles a los ojos de los más vapuleados por este sistema que los ha arrojado a la pobreza diaria”, comentaron desde el Centro Comunitario del barrio Marcheti.     

Para más información: www.lospampitas.blogspot.com