El pasado viernes 1 de mayo, en el feriado nacional, se cumplió con las fiestas patronales de San José Obrero, en la capilla de Pasaje Antonelli entre avenida 29 y la calle 27, de esta ciudad. En una misa especial realizada, estuvo el arzobispo de Mercedes – Luján, Agustín Radrizzani.

Ante una gran cantidad de fieles y sacerdotes de la diócesis, el máximo representante de la Iglesia Católica de la zona ofreció palabras alusivas a la fecha.

Según la tradición, a San José Dios le encomendó la inmensa responsabilidad y privilegio de ser esposo de la Virgen María y custodio de la Sagrada Familia, por lo que influenció en el desarrollo humano del niño Jesús.

La fiesta de San José Obrero fue instituida por el Papa Pío XII el 1 de mayo de 1955, para que –como dijo el mismo Pío XII a los obreros reunidos aquel día en la Plaza de San Pedro– “el humilde obrero de Nazaret, además de encarnar delante de Dios y de la Iglesia la dignidad del obrero manual, sea también el próvido guardián de vosotros y de vuestras familias”.

El arzobispo se dirige a los presentes en la parroquia