|
|
||
25/05/09 Siempre que se llega a estas fechas tan importantes para todos los argentinos, nuestros sentimientos se dividen en dos: por un lado nos remontamos al pasado para honrar al comienzo de la libertad como país; por el otro, intentamos –casi sin buscarlo– encontrar la relación, el impacto, que esta fecha causa en nuestro presente, en la realidad de todos los días. Porque no todos los años lo sentimos de la misma manera, ni tampoco en todos los momentos de la vida se lo percibe del mismo modo. Creemos que es bueno en estos tiempos, en estos comienzos de nuevo siglo preguntarnos que nos queda de esos días, qué nos dejaron los prohombres de la patria y qué nos queda aún por caminar del camino de la patria. Primeramente, como experiencia popular lo que se destaca es el interés por las cuestiones públicas, “el pueblo quiere saber de qué se trata”. Fue en definitiva el deseo popular por saber de las decisiones que se tomaban en el Cabildo, el motor de la Revolución. Debemos acrecentar ese espíritu de la participación y el compromiso, y también abrir las puertas al pueblo para que su voz soberana sea realmente escuchada. De los líderes de Mayo no deja de sorprendernos el coraje patriótico que demostraron, frente a una España, que si bien estaba vencida por Francia controlaba aún todo el territorio americano con sus ejércitos profesionales y experimentados. Coraje y compromiso que deberían inspirar a los líderes de nuestros días, sabiendo que renovados desafíos y peligros aún siguen amenazando a nuestra gente.
La mayoría de los patriotas dejaron la enseñanza de sus vidas para que hoy nos sigan acompañando y orientando. De un joven Manuel Belgrano, podemos aprender que no es la carrera ni la formación individual sin propósito colectivo la que importa. Abogado brillante de familia afortunada puso sus conocimientos y su propia fortuna al servicio de la revolución libertaria. La patria le cambió el oficio y tuvo que pasar de letrado a General de la libertad y lo hizo con el máximo de dedicación sin escabullir la responsabilidad, tanto en los éxitos –Salta y Tucumán– como en las derrotas –Vilcapugio y Ayohuma–. Jamás rehuyó de sus responsabilidades ni violó las disposiciones legales vigentes, como cuando fue sometido a juicio por el revés en Tacuarí. Fueron sus propios hombres los que lo defendieron pero Belgrano no se ocultó detrás de ningún artilugio legal o de poder. Y Mariano Moreno, cuya pasión por la independencia lo llevara a una entrega sin miramientos, que lo empujara en definitiva a morir temprana e injustamente a los 32 años. Supo desde un principio de la importancia de la prensa para garantizar la información popular y podemos hoy decir, sin temor a equivocarnos, que creó al periodismo argentino, no tanto por haber fundado el primer diario La Gazeta de Buenos Aires, sino, y sobre todo, por haber garantizado la libertad de prensa. O Castelli, el más brillante orador de la revolución, cuya palabra encendida diera vuelta la discusión del Cabildo Abierto a favor de la independencia americana, ferviente defensor de los indios peruanos, tan duramente castigados por la ocupación española de 300 años. También se sometió a juicio cuándo la Junta de 1811 lo culpó por haber fusilado a jefes españoles que masacraron indígenas en el Alto Perú. Ni siquiera tuvo la posibilidad de defenderse con su extraordinaria capacidad de palabra, un cáncer en la boca lo condenó al silencio, a él, de cuyas palabras brotaron los argumentos para ser libres. Así, tomando sólo tres casos, tenemos una enorme riqueza que nos debe abrigar para siempre. El apego por las leyes de la Patria más allá de las conveniencias personales, el amor por las causas esenciales –ejemplificado inmortalmente por la cesión de Manuel Belgrano de sus 80 kilos de oro, 9 millones de pesos actuales por la victorias del norte a la construcción de escuelas públicas–, sus muertes en la pobreza, sin haberse enriquecido por la función pública, cuando tuvieron a su mando ejércitos o el poder de confeccionar leyes, nos debieran iluminar en los desafíos actuales. Cuando el descreimiento por la política parece avanzar sin pausa, cuando el pueblo se confunde por la manipulación y el aprovechamiento que las leyes ofrecen a los líderes políticos, el ejemplo de los hombres de Mayo debiera aparecer una y otra vez, silenciosa pero inalterable, para decirnos, por si falta hace, que por encima de la Patria nadie debiera estar y que la única manera de ser libres sigue siendo, indefectiblemente, ser esclavos de la Ley y de la palabra públicamente dadas. OSCAR A. DINOVA (DNI 12.109.132) es profesor en Ciencias Sociales
Busque más en NOTICIASMERCEDINAS.COM:
Búsqueda personalizada
Noticiasmercedinas.com
- Actualizado
25.05.09 7:53 PM
|
|
||
NOTICIASMERCEDINAS.COM - Calle 25 Nº 659 - Mercedes - Bs As - Argentina - Teléf. 02324-15514320 - info@noticiasmercedinas.com Skype: noticias.mercedinas NOTICIASMERCEDINAS.COM no autoriza el uso de material publicado en este sitio a medios de comunicación comerciales, cuando este no sea solicitado con anterioridad al editor. Para pedirlo, envíe un mail o comuníquese por teléfono y espere la respuesta - AVISO LEGAL DEL SITIO - Ir arriba - |