La historia de Saturnina Espínola es la de muchos otros que son presas del sistema judicial y económico, que margina de posibilidades a quien no pueda enfrentar en costos, conocimientos y tiempos al aparato administrativo montado en torno a este.

Al mediodía de hoy frente al edificio en el que funcionan los Juzgados de Garantías Nº 1, Nº 2 y Nº 3, y la Oficina de Gestión de Audiencias dependiente del Poder Judicial, una mujer que llegó a Mercedes a reclamar desde la ciudad de Moreno por el traslado de su hijo –detenido en el mes de enero– al penal de Olmos, cuando aún no tiene condena, colapsó en una crisis nerviosa ante la falta de respuestas del sistema para su reclamo y comenzó a vociferar su queja, lo que motivó que sea detenida por la policía, actuando ante la denuncia del propio estamento judicial, que solicitó apoyo de los uniformados.
Muchos que pasaban por esa zona céntrica no entendían lo que sucedía, e incluso como terminaron llevándola detenida, alguno pudo pensar que se trataba de una persona peligrosa, pero nada más lejos de eso.

Por lo que Saturnina Espínola reclama es por su hijo trasladado al penal de La Plata en el día de ayer por la tarde. Tras la crisis nerviosa y luego de ser detenida en la calle mientras gritaba su queja, en una patrulla se la llevaron al Hospital en el mismo procedimiento, volviéndola a llevar nuevamente a la Comisaría más tarde.

Luego de pasar su traumática detención, comentaría los detalles de lo sucedido: “Vine a pedirle al defensor que a mi hijo lo saquen del penal de Olmos, no tiene una sentencia. Lo que le dije es que a Marcos Villagra, mi hijo, lo tienen detenido y me lo van a traer destruido o dentro de un cajón. Que entiendan que él es un chivo expiatorio en medio de tantos delincuentes y ladrones”, dijo y destacó que Marcos se encuentra acusado de robo con arma en despoblado y en banda: “El fiscal que lo acusa no tiene pruebas, todas las cosas son muy irregulares”, agregó.

El incidente se dio frente al edificio de los Juzgados de Garantías de Mercedes.

A Villagra lo detuvieron el 5 de enero en La Victoria. “El estaba en concubinato con una chica. Ahora lo llevan de un lado a otro, todo el mundo desoye el pedido, yo no puedo pagar un defensor y el defensor público hace hasta donde puede. No pasó nada con todos los pedidos que hizo de liberación inmediata o por ejemplo para tareas comunitarias. Aparentemente mi hijo es idóneo para esto, pero es el chivo expiatorio, los delincuentes son otros. El era un pibe de estudio y de trabajo, de un día para otro pasa esto”, se quejó.

Saturnina se llegó sola desde Moreno, en tren, a reclamar al Juzgado, pero no obtuvo respuestas y entró en una crisis nerviosa frente al edificio de calle 28 entre 23 y 25: “Dijeron que está todo en suspensión, en garantía, no saben decir nada, te llevan de aquí para allá con los papeles. Me dijeron que estaba en Cámara y que iba a estar 60 días, que ya pasaron y todo sigue flotando, nadie sabe nada. Me dijeron que el fiscal que lo acusa es un tal Pardini y esto es lo único que tengo”, marcó la mujer.

“Entonces me dijeron que lea la causa y fui y la leí y me agarró un ataque, una crisis. Aparentemente todos los otros delincuentes son todos inocentes porque tienen sus defensores y cada uno de ellos pide la excarcelación o liberación de sus defendidos, y en este caso como mi hijo no tiene un defensor que le pueda pagar, el defensor que está en Mercedes me dijo que los tres pedidos que hizo fueron desoídos, por lo que no sé qué puerta golpear ya, lo único que hacen es encajonar los papeles. No se fijan que es un hijo, que tiene una familia que lo espera, ellos creen que es un número, una carátula, un expediente. Los dejan ahí y no les importa si son culpables o inocentes. Hoy a mí me enloquecieron, no puedo entender que nadie oye, todos escuchan pero nadie oye. Es golpear puertas y nadie entiende. Mi hijo está en Olmos, antes estuvo en la comisaría de Trujuy en Moreno, donde le propinaron una golpiza terrible y pedí un recurso de amparo, por eso fue trasladado a la Unidad 49 de Junín, que es una unidad por lo que me dijeron para los que hacen buena conducta. Y ahí estuvo bien hasta que lo metieron en la misma celda con los que lo imputan del hecho, que lo tenían amenazado, es gente más grande, peo eso pedían que lo volvieran a trasladar y desde ayer a la tarde está en Olmos, por eso estoy tan desesperada. Vine a hacer todo tipo de pedidos y reclamos pero nadie oye nada”, completó.

A la mujer y tras su paso por el Hospital, donde aseguró que se calmó sola lentamente, y no la medicaron, una vez en la comisaría le hicieron una averiguación de antecedentes, actuando los efectivos como instructores del Poder Judicial, y la dejaron en libertad. Antes le habrían dicho que desde el Poder Judicial los responsables del Juzgado habían desistido de iniciar una denuncia por desorden en la vía pública y que “entendían” su reclamo y queja.

Se volvió a su casa en el tren de 14.30 pero prometió volver pronto a continuar en insistir con su reclamo, motivo por el que hoy pasó del edificio del Juzgado al Hospital y la Comisaría local.

Saturnina es detenida e introducida en un patrullero