Hoy por la mañana, pasadas las 11 horas, se realizó un acto organizado por la Biblioteca Popular “Domingo Faustino Sarmiento” y la Municipalidad de Mercedes, conmemorando el 121° aniversario de la desaparición física de Domingo Faustino Sarmiento, fecha tomada para celebrar el “Día del Maestro” en la Argentina.

El encuentro se llevó adelante en la esquina de las avenidas 29 y 30, donde se encuentra el monumento que recuerda al prócer, con la presencia del intendente municipal Carlos Selva y el presidente del Honorable Concejo Deliberante, ingeniero Marcelo Denápole, entre otras autoridades educativas y legislativas.

El acto contó con la presencia también de quien fuera nombrado hace muy pocos días como “Presidente Honorario de la Biblioteca”, el profesor Pedro Rafael Pasquinelli.

Vista de parte de las autoridades presentes

Luego de la colocación de las ofrendas florales, se escucharon las palabras de una de las integrantes de la Sociedad de Poetas y Escritores Mercedinos “Ismael Marcelo Siri”, la señora Ester Belforte, sobre la importante fecha.

En el final, las banderas de ceremonia de la Escuela Normal, Camila Rolón, San Patricio, San Antonio y Santa María, cerraron el acto en una especie de mini desfile.

Domingo Faustino Sarmiento fue un político, filósofo, pedagogo, escritor, docente, periodista, estadista y militar argentino; gobernador de la Provincia de San Juan entre 1862 y 1864 y presidente de la Nación Argentina entre 1868 y 1874. Se destacó tanto por su lucha en la educación pública y por "contribuir" al progreso científico y cultural. En 1947 la Conferencia Interamericana de Educación estableció como Día Panamericano del Maestro al 11 de septiembre en homenaje a su fallecimiento.

En su biografía que publica en Internet en su página El Historiador, el mercedino Felipe Pigna analiza interesantes aspectos de la vida y obra de este “prócer”, como el que sigue a continuación:

“Sarmiento pensaba que el gran problema de la Argentina era el atraso que él sintetizaba con la frase "civilización y la barbarie". Como muchos pensadores de su época, entendía que la civilización se identificaba con la ciudad, con lo urbano, lo que estaba en contacto con lo europeo, o sea lo que para ellos era el progreso. La barbarie, por el contrario, era el campo, lo rural, el atraso, el indio y el gaucho. Este dilema, según él, solo podía resolverse por el triunfo de la "civilización" sobre la "barbarie". Decía: "Quisiéramos apartar de toda cuestión social americana a los salvajes por quienes sentimos sin poderlo remediar, una invencible repugnancia". En una carta le aconsejaba a Mitre: "no trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre es lo único que tienen de seres humanos esos salvajes". Lamentablemente el progreso no llegó para todos y muchos "salvajes y bárbaros" pagaron con su vida o su libertad el "delito" de haber nacido indios o de ser gauchos y no tener un empleo fijo”.

Biografía de Domingo Faustino Sarmiento en El Historiador

Monumento a Domingo Faustino Sarmiento en la esquina de 29 y 30