Desde la vecina ciudad de Luján, la Dirección de Medio Ambiente informó que se están realizando “monitoreos de efluentes gaseosos en diferentes puntos de la empresa Curtarsa”.

“Las tareas se llevan a cabo junto a personal técnico de la CIMA (Centro de Investigación medioambiental), dependiente de la Universidad de La Plata”, tal cual apuntan.

“El estudio, cuyos resultados todavía no se conocen, fue solicitado por el Municipio de Luján ante autoridades de Provincia (Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible)  y nacionales (Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación)”, explican.

La empresa Curtarsa es eje de una polémica de dimensiones en la vecina ciudad. Está instalada junto al Club El Timón, en Jáuregui, y es una mega Curtiembre que proyecta su producción al exterior y que con el paso de los años se ha transformado en una pesadilla para los habitantes de la zona.

Desagua en el río Luján y extrae de las napas millones de litros de agua. Los efectos contaminantes del accionar de la empresa han sido documentados en la película “Escupiendo al cielo” y además se ha comprobado mediante análisis realizados en su momento por Greenpeace, practicados en laboratorios del Reino Unido, los niveles de contaminación.

Por estos días y mientras se habla nuevamente de la posibilidad de relocalizar a esa industria de Categoría 3 (y máxima peligrosidad), Curtarsa soporta un juicio que lleva adelante la ONG “Justicia Ambiental” (al igual que la curtiembre local, Magromer), el municipio de Luján da muestras de preocupación y acciona mediante la solicitud de nuevos análisis que se están realizando.

A principios de año, la comuna vecina había decidido la clausura preventiva de la firma, que fuera ratificada y luego levantada por el OPDS, ante el funcionamiento de un nuevo horno de secado de barros.

Uno de los principales contaminantes del proceso industrial que realiza es el cromo y en la zona los índices de cáncer son altos.