Este miércoles a partir de las 20 horas en la Casa del Pueblo está convocada una reunión multisectorial a la que han sido invitados partidos políticos, representantes de organizaciones gremiales y de trabajadores, así como otras organizaciones. Este encuentro será para discutir qué medidas seguir en función del conflicto existente con un trabajador de Aceros Borroni, que fuera expulsado de una manera discutida de las filas de la Unión Obrera Metalúrgica, y por lo que se habla de persecución, ya que el mismo, Jesús Guerra, era delegado.

Este trabajador Guerra está en un virtual enfrentamiento con el actual titular de la UOM Mercedes, Julio Núñez, quien se sostiene férreamente al frente del gremio metalúrgico desde hace muchos años. El viernes hubo una polémica asamblea que terminó a los huevazos y tras la que Guerra quedó formalmente expulsado del gremio.

Los motivos, sostienen, más allá de la acusación que se le hace, es que aparecía como uno de los referentes de una oposición interna, que se vio durante los paros de la UOM en el mes de julio y en la elección de delegados en fábrica.

A Guerra se lo acusa de estar de parte de la empresa y no de los trabajadores. Y este trabajador decide ahora continuar las vías legales para rechazar la medida. Niega rotundamente todas las acusaciones y denuncia a Nuñez por “persecución” en términos legales.