Este lunes se llevó adelante una movilización hacia la sede gremial de la Unión Obrera Metalúrgica, desde la agrupación “26 de marzo” y con varios reclamos, entre ellos la exigencia de elecciones y la reincorporación del delegado Jesús Guerra. Los dardos apuntan a Julio Núñez, quien se defiende de las críticas.
 
En medio de una tensa situación el conductor gremial, secretario de la UOM, con tres años más de mandato por delante, cuestionó la legitimidad de los pedidos de la agrupación “26 de marzo”, e historió los hechos que derivaron en el polémico entredicho que generó la expulsión de Jesús Guerra, trabajador de Aceros Borroni, de la delegación y la afiliación a la UOM: “Teníamos previsto que de los 170 trabajadores que hay en Borroni, hay 20 compañeros que defienden a Guerra luego del congreso extraordinario realizado. Nosotros a los pasos los damos por el secretariado nacional, y en el trascurso del año este compañero ha violado los convenios. Siendo mayor y con experiencia yo lo he tratado de recuperar, para que baje los niveles porque es un muchacho muy violento y de esa forma se ha peleado con los compañeros de la comisión directiva que hicieron la denuncia en el juzgado de faltas y en la UOM. Luego llegó el día que estuvo de parte de la empresa, cuando fueron a violentar a un armario de un compañero accidentado y a Guerra le indicaban que no se ponga del lado de la fábrica, pero salió como testigo. Y por esto también se hizo en la seccional en la denuncia. Por eso en un congreso le hemos dado la posibilidad que de haga un descargo, no lo quiso hacer. Hizo un escrito que tampoco quiso que se leyera en el congreso, de manera que fue separado como delegado y expulsado como afiliado”, dijo Núñez, este mediodía.

En este sentido, el secretario gremial de la UOM recordó que el viernes fue el congreso de delegados por la mañana en la sede gremial: “Los que trabajaban de tarde concurrieron, fue muy tranquilo, y por la tarde se juntaron 20 compañeros con bombos y estruendos, yo les dije que atendería a 4 de ellos, pero ellos querían entrar todos, y como no quisimos que se diera la posibilidad de violencia dentro del gremio, desistieron y se fueron”, indicó sobre los hechos.

En cuanto a los reclamos que están manifestando, Núñez opinó que todo lo que dicen debe desmentirlo: “Eso es para poner otros puntos en la defensa de Guerra. Es como hablar del campo de deportes, que es uno de los mejores que hay en Mercedes, y luego son todas chicanas. Algo hay que decir, pero nosotros tenemos una conducta de años avalada por el consejo directivo y el congreso nacional de delegados”, completó Núñez.