La concejal Claudia Lucero durante su despedida del Concejo Deliberante de Mercedes tras 4 años de haber estado en el legislativo, expresó un discurso leído, en el que expresó su sentir y agradecimientos. Culminó su mandato como integrante del monobloque del Espacio Solidaridad e Igualdad.

“La revista digital Contracara está en receso. Lamentablemente, no hemos podido continuar su distribución, no obstante, esperamos retomarla el año próximo”, comentó Lucero por estas horas, ya como edil mandato cumplido.

Su discurso de despedida como concejal con mandato 2005-2009, leído en la sesión realizada el día 10 de diciembre, es el siguiente:

DE MI PASO POR EL CONCEJO

A veces, escribo movida por la bronca, o el desconcierto y me salen algunos “pretendidos artículos” que el periodismo tiene a bien publicarme. A veces, los releo, pasado un tiempo y no me parecen tal mal, comentario este arrancado a la modestia. Sobre su calidad, otros podrán juzgarlos mejor que yo, pero en general, puedo retomar cada palabra en cuanto a idea y hoy, sostenerla. Digo esto porque ya saben de mi escasa producción discursiva desde la banca; en general, soy de pocas palabras, por eso quisiera como balance y aporte final, retomar algunas ideas que circularon en los medios para reafirmarlas desde aquí.

Hace un tiempo, no mucho, escribí: “Algo personal…” usando el título de una canción para ir adelantándome a esta despedida. Allí citaba a Galeano, con su Sistema, cuando afirma que muchas veces: "Los funcionarios no funcionan. Los políticos hablan pero no dicen. Los votantes votan pero no eligen". Y esto de: "Quien no se hace el vivo, va muerto. Estás obligado a ser jodedor o jodido, mentidor o mentido" y continúa: "Tiempo de los camaleones: nadie ha enseñado tanto a la humanidad como esos humildes animalitos...Se considera culto a quien bien oculta, se rinde culto a la cultura del disfraz. Se habla el doble lenguaje de los artistas del disimulo. Doble lenguaje, doble contabilidad, doble moral: una moral para decir, otra moral para hacer. La moral para hacer se llama realismo. La ley de la realidad es la ley del poder. Para que la realidad no sea irreal, nos dicen los que mandan, la moral ha de ser inmoral". Me voy, y no quiero terminar con falsas condescendencias, por eso, comparto, adhiero y firmo sus palabras. Sigo pensando igual. Si de algo ha servido ser concejal ha sido para declarar una y otra vez que en tanto y en cuanto no dejemos esa doble moral, no podremos construir nada duradero, si de algo ha servido ser concejal, ha sido para de algún modo, decir desde la función, que la función no sirve si no sirve a los intereses de los ciudadanos y de la comunidad, proponiendo políticas públicas cada vez más inclusivas.

Hoy, que termina mi mandato, me voy de este ámbito con las convicciones intactas, creyendo más que nunca y a pesar de todo, o justamente por eso, en las utopías. Lamentablemente se hace cada vez más difícil, porque algunos que no pudieron seguirle el paso la traicionaron. Sin embargo todavía sirve para levantar huracanes de rebeldía, el motor para seguir haciendo. Así exclamo junto a Serrat: “Ay, utopía cómo te quiero, porque les alborotas el gallinero”. Y creo que hemos alborotado bastante: hemos puesto sobre el tapete temas de los que no se hablaban, hemos sido fieles a nuestras creencias, adentro y afuera del Concejo. Por eso podemos, al final de este mandato recuperar los compromisos planteados al inicio: el de la coherencia de decir y hacer, el de la intransigencia a veces, y el de la resistencia. Porque si a partir de hoy, no estamos, o no continuamos en la gestión fue porque también ha sido una decisión, afincada en la convicción de que las cosas no se hacen de cualquier forma, porque estamos seguros de que vamos a seguir trabajando desde el lugar que nos toque, en lo que creemos. Porque lo importante, como también dice Serrat: Es no pasar nunca de largo y servir para algo. Como verán, siempre vuelvo a mis pasiones literarias.
La gestión nos ha permitido estar con más asiduidad en el candelero público, hemos usado de esa posición para plantear nuestra mirada, y lo hemos hecho con las herramientas que teníamos: acudimos al discurso de la televisión para denunciar y proponer con nuestros programas de “Detrás está la gente”; hemos puesto en circulación nuestra “Contracara”,  para mostrar el otro lado de la realidad apelando fuertemente desde lo ideológico al debate. Hemos en general, apostado a la imaginación.

Aprendimos mucho, crecimos políticamente, pero aún nos quedan muchas cosas por hacer manteniendo el rumbo.

De mi paso por el Concejo me llevo la experiencia del trabajo en lo legislativo. Hemos sido acompañados en el planteo de algunos temas, hemos acompañado las propuestas de otros bloques; nos hemos peleado también, pero en general nos hemos tratado con respeto, más allá de las posiciones encontradas.

Quisiera decir también que a pesar de haber sido la única concejal de mi bancada, si no me he sentido sola fue porque siempre a mi lado, estuvo un equipo de personas sosteniendo mi labor, personas en quienes confío y que confiaron en mí para apoyar mi candidatura y que continuaron confiando en el desempeño de la función. Porque quienes confiaron en nuestro proyecto para votarnos, son los mismos que hoy nos respetan, valoran nuestro trabajo y el hecho de haber sabido mantener nuestros principios. Por supuesto, no dejar de mencionar y de agradecer, la colaboración de quienes en primer término, me hicieron sentir que este también era mi ámbito: Yolanda Gorosito, Maximiliano De Antoni, Flavia Giacoy, Marisa Leza, secretaria y empleados, respectivamente que con la mejor predisposición colaboraron desde su rol para mi desempeño en el cargo.

Por último, concluir con una frase que tomo de José Martí, (también con su perdón de él) que traduce lo que siento en este momento: “Todo lo que han de decir, ya lo sé, y me lo tengo contestado. He querido ser leal, y si pequé… no me avergüenzo de haber pecado”.
Muchas gracias.