El presidente de la FUBA y dirigente del Partido Obrero, Cristian Henkel, estuvo en la ciudad de Mercedes para dar una charla y compartir su experiencia con los militantes locales. En el encuentro, que comenzó pasadas las 19 horas, este jueves, explicó detalles de cómo funciona la Federación y otras cuestiones a pedido de los propios jóvenes que fueron parte de la charla y debate en el local partidario de avenida 17.

Con Henkel se conversó sobre la reelección del rector Hallú y de la lucha sostenida, y se habló sobre el fuerte debate generado en la Universidad. Además estuvo en discusión el papel de la policía y de las organizaciones docentes durante la última asamblea. E incluso de la apertura de sedes descentralizadas de la UBA, como la de Mercedes, que para Henkel son “negocios”: “En la mayoría de los casos, algún grupo empresarial de la zona financia la carrera o el municipio paga todo. No es una política de ampliar la oferta educativa, sino que se ligan estos emprendimientos a proyectos concretos”, indicó.

Sobre las universidades y el sistema, expresó su visión crítica, en la que cuestionó al “modelo productivo” de extracción de recursos naturales, saqueo y contaminación. Indicó que el caso de Minera La Alumbrera es “escandaloso”, porque involucra a todas las universidades del país. “La idea es que ninguna vaya a hablar, y casi todas las universidades aceptaron estos fondos, en algunos casos con excusas ridículas”, dijo. Marcó además su desacuerdo con la “sojización” nacional: “Desde la FUBA hacemos una denuncia muy fuerte sobre esto. Las universidades están al servicio de estos intereses de las empresas y lo mismo pasa con la minería a cielo abierto. La Alumbrera pone guita que se reparte entre las Universidades para que estas no investiguen. La minería sigue diciendo que no contamina y nadie hace nada, y lo mismo pasa con el negocio de los transgénicos. Hallú ha salido a apoyar al campo y a la mesa de enlace. Nosotros hicimos una fuerte denuncia política a esto porque la sojización ha sido uno de los procesos de destrucción ambiental mas fuertes sufridos en el último tiempo”, planteó Henkel y mencionó que la Universidad no hace denuncias por sus “negocios con las empresas”: “Uno va a la facultad de Agronomía y ve los carteles de Cargill, Monsanto y otros, en la Facultad de Medicina se ven carteles de Bayer, Roche y Roemmers. La universidad, que debería llevar adelante una investigación seria, está atravesada por el financiamiento privado y selecciona qué decir, al servicio de los intereses privados y no de los intereses nacionales. El modelo productivo es una política de Estado en la que la universidad se pone al servicio. El Estado inculca la sojización”, cuestionó.

En este sentido y sobre los intereses privados, recordó el caso de la Universidad de Río Cuarto, donde hubo una explosión durante investigaciones para biocombustibles: “Se estaban haciendo con tanques de hexano en el medio de la Universidad, murieron docentes y estudiantes, y quien financiaba esta investigación era la Aceitera General Deheza, una de las mayores exportadoras de aceites del país que pertenece al diputado kirchnerista Urquía”.