Vecinos de la calle 42 en el barrio Trocha no dan más de su bronca. La mugre acumulada desde hace unos días sumada a la ya existente en las inmediaciones del ferrocarril los tiene a maltraer.

La calle 42 es entre la 29 y la 15 una arteria importante del barrio Trocha. Sin embargo, ha sido sistemáticamente relegada respecto del resto: el asfalto que nunca se concreta, el tamaño de las malezas de los terrenos del ex ferrocarril Belgrano, el barro que deben pisar los vecinos para cruzar rumbo al centro y la nula iluminación en los mencionados terrenos son algunos de los problemas que señalan.

Y en sumatoria hace algún tiempo a alguien se le ocurrió colocar dos volquetes: uno en 42 y 19 y otro en 42 y 17. Los volquetes en cuestión tendrían por función evitar que algunos vecinos amantes de sacarse su basura de ante sus ojos, dejaran de arrojarla en la ex playa del ferrocarril. Estos volquetes rebosan de basura y en medio de insectos y olores nauseabundos han venido cumpliendo esa función, siempre de acuerdo a la celeridad con que la empresa contratista proceda a retirarlos de su emplazamiento.

Aunque los vecinos saben que “como todo lo que puede empeorar empeora”, desde antes del 23 de diciembre los volquetes se fueron para no volver. Ante esta demora  muchos vecinos no sólo del lugar sino también de barrios linderos han creído que de todas formas la basura debería amontonarse en el lugar donde habitualmente se emplaza el volquete, produciendo una montaña de basura.

“Es evidente que más allá de la negligencia del municipio y la empresa contratista, que debería hacer de esta solución parcial, por lo menos un mecanismo bien aceitado para no generar más molestias a los vecinos que ya de por si deben soportar las grandes cantidades de basura que juntan los volquetes, la actitud de algunos ante la propia mugre es propia del que sólo busca sacársela de encima aun jodiendo al de al lado”, apuntan los vecinos, para quienes el asfalto de la calle 42 “seguirá siendo una utopía”, pero el desmalezamiento e iluminación de los terrenos del ex ferrocarril Belgrano como así también buscarle un emplazamiento adecuado a estos volquetes y evitar las situaciones que hasta el lunes por la mañana seguían produciéndose entre los vecinos que viven en la calle 42 y los que desaprensivamente tiran la basura en sus narices, es algo que el municipio debe garantizar.