Una veintena de pasajeros del colectivo Chevallier interno 5354 quedaron varados en la ciudad de Mercedes, luego de que el micro se trabara entre dos zanjones en una salida que intentó realizar desde la Terminal de Ómnibus, por un camino alternativo no señalizado de manera adecuada en el marco de las obras que se están llevando adelante en ese sector. De milagro el rodado de gran porte no volcó, ya que se quedó atorado con uno de sus dos ejes traseros en cercanías de la planta Magromer, en el barrio Villa Industrial Oeste, en la esquina de calles 35 y 114. El micro iba por ruta 5 con destino a Pehuajó.

El hecho se dio este domingo cerca de las 18.30 horas, y hasta las 19.15 aún no había llegado nadie ni de la Municipalidad, ni de Tránsito, ni de Policía a auxiliar al vehículo de gran porte accidentado.

Lo cierto es que la lluvia de toda la jornada sumada a una seguridad muy baja en el sector de obras, que incluye falta se señalización, sobre todo en los accesos a la Terminal, complotaron para que este accidente sea posible.

Varios de los pasajeros esperaron abajo del micro pacientemente. “Hay gente que se bajó en Mercedes, otra lo haría en Chivilcoy y nosotros en Nueve de Julio. Hubo que cambiar el itinerario porque están las dos entradas intransitables. Nos indicaron esta entrada, una calle de tierra angosta y al doblar no alcanzó a dar la vuelta y se metió en la zanja”, explicó una de las pasajeras. “Agradecemos a Dios que no volcamos y los cables están rozando el techo del micro: para los que venían en la parte de arriba fue un susto grande”, agregó.

“Hace una hora que estamos acá y no ha venido nadie a auxiliarnos. La señora de la esquina justamente nos dijo que había llamado a la Municipalidad para decirles que iba a haber un accidente por la forma en que pasaban los micros, pero ahora llama y no le contesta nadie”, se quejó luego. “Pensábamos que habría micros de auxilio pero no es así. Esperamos una grúa para seguir en el mismo colectivo. En la firma que está encajado no sé qué pasará. Se hace de noche y no sabemos cómo seguiremos a destino. Yo tenía que llegar 20.30 a Nueve de Julio, pero aún estoy acá. Pude avisar para que nadie se preocupase por suerte”, agregó y quiso destacar que los “chóferes estuvieron muy bien” con el pasaje: “Fácil, por 45 minutos estuvimos dando vueltas por todo Mercedes para poder entrar a la terminal. Ellos no son adivinos y a cada uno que le preguntábamos nos daban un camino equivocado”, completó María Susana, de Nueve de Julio, una de las pasajeras del micro accidentado.

.